Esta práctica tuvo un duro golpe el año 2014, cuando técnicos y obreros de la Vialidad Nacional procedieron a retirar la cartelería que -con negligencia y violando varias normas- estaba colocada en gran parte de la traza de la ruta nacional 14, sobre todo en inmediaciones de dicho comercio.
La orden entonces era clara, retirar “y destruir” los carteles “intrusivos” que dicho comercio había colocado colocó, sin ninguna autorización, en lo que se conocer como “zona de préstamo”, que consiste en la banquina en cada sentido de circulación y el sector -generalmente de pasto- que llega hasta los alambrados de las propiedad privadas.
Foto de agosto del año 2014, cuando técnicos y
obreros de la Vialidad Nacional procedieron a
voltear y destruir la cartelería que violaba
varias normas
A menos de 6 meses de aquella acción para corregir lo que representaba un grave y potencial peligro para un automóvil que pudiera despistarse, el negocio volvió a colocar carteles similares en los mismos lugares donde estaban los que destruyeron los operarios de la Dirección Nacional de Vialidad, con el apoyo de la Patrulla De Caminos Gendarmería Nacional.
Antecedentes
El negocio en cuestión ya había sido noticia en el año 2009 cuando se debió recurrir a una orden de la Justicia para que se retirara del lugar que usurpaba, ya que entorpecía la obra de la nueva Autovía.
Regionales María se instaló en ese terreno fiscal a finales de la década de 1970 y con el tiempo llegó a ocupar un tramo de 2 kilómetros, parquizado y con cartelería publicitaria, pero en 2008, con la obra de la autovía comenzaron los problemas para los intrusos.
El emplazamiento del local quedó en medio de la nueva traza de la ruta, convertida en autovía. Incluso, la contratista de los trabajos llegó a suspender las tareas, mientras el propietario de Regionales María, Jorge Coduri, desplegaba una batería de acciones judiciales y movía contactos políticos en procura de alcanzar un acuerdo que no le significara el desalojo.
Pero las gestiones no impidieron que Vialidad avanzara con su pedido de desalojo, que presentó en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, donde encontró eco favorable.
En el operativo de agosto del 2014, con la esperanza que los postes y la maderas de los carteles no vuelvan a ser utilizados el personal de Vialidad Nacional utilizó maquinas retroexcavadoras para tumbarlos y motosierras con las que se iban despedazando dichos elementos.