De acuerdo a la perspectiva del Ministerio Público Fiscal, con lo relatado en las audiencias, “se fueron acreditando los distintos pilares” que sustentan la acusación contra los policías imputados.
En declaraciones al programa “Ruidos Molestos” (Oid Mortales Radio), el Dr. Mario Guerrero señaló que “hasta el momento hemos acreditado que la entrada a la Jefatura fue violenta, que hubo gas pimienta o gases lacrimógenos, que se lesionó al Jefe Departamental (comisario Lucio Villalba) cuando estaba parado en la puerta de Jefatura, esperando para hablar con los manifestantes”.
El funcionario judicial enumeró que los revoltosos también “golpearon al Jefe de Logística, que tomaron la sala de guardia, el Comando (Radioeléctrico) y la Radio del 221. Dos radios que funcionan en distintos lugares de la Jefatura y que dejaron incomunicada a la sociedad para pedir auxilio”. Esto inclusive está documentado con un informe de la firma Telecom, en donde se precisa que “a las 21,27 hs. de ese domingo se corta la comunicación (telefónica) y automáticamente la sociedad de Concordia queda sin ninguna posibilidad de pedir auxilio”.
Incomunicación y orden de no socorrer a la gente
El Fiscal señala que cuando la radio identificada con el Nº 221 fue tomada por quienes irrumpieron en la Jefatura, el equipo fue utilizado “por funcionarios identificados” que solicitaban a todos los móviles que estaban en la frecuencia para que “vengan y se plieguen”, con tanta vehemencia que a los que no accedían “los insultaban”.
Para Guerrero “hay cosas que son tan evidentes que no se pueden ni discutir, porque cualquier ciudadano de Concordia sabe que la jefatura quedó fuera de operatividad” y que cierta organización en materia de comunicación se recuperó con la llegada de “un equipo móvil de Paraná con radio del sistema 911, que tuvieron que instalar con centro operativo en otro lugar”. Todo esto sin olvidar “la situación caótica en que estaba la ciudad”, con los saqueos que se multiplicaban por todo el ejido de la capital del citrus.
Consultado sobre la responsabilidad que recayó sobre solo 18 efectivos, Guerrero explica que “si observamos los videos y escuchamos lo que dicen los funcionarios y testigos, no tenemos dudas que los (funcionarios policiales) que están imputados, en su mayoría tuvieron un rol preponderante para la organizar y sostener la situación”.
Un contexto donde “se había perdido el orden jerárquico de la jefatura, no había Jefe que viniera a manifestar orden. Era una situación de descontrol y aprovecharon esa situación social para arrancarle al gobierno una negociación salarial”.
Guerrero remarca que es un error querer “partidizar” la cuestión, cuando en realidad esto sería reprochable ante cualquier gobierno que debiera soportar “la situación extorsiva y de apriete, donde se negocia un acuerdo bajo presión psicológica. Porque sabés que tenés una ciudad que se esta por prender fuego, con civiles armados, con una policía inactiva y con gente organizada para robar y saquear”.