Por la tarde fue el turno de Alberto Bertoldi, quien describió que se enteró de “movimientos extraños en la zona del centro. Veía mucho revuelo y movimientos. Me dí cuenta que había mucho peligro y entendí que esperaban que alguien tomara la determinación de romper una vidriera para entrar”. “Se notaba que había mucha gente alcoholizada. Toda la noche vimos gente que circulaba por el lugar”, sumó.
Bertoldi completó que en ese clima de confusión, los empresarios de la zona optaron por cerrar el paso por las calles y agruparse armados con palos y algunos con armas. “En mi cuadra sólo teníamos palos, pero sé que había algunos armados” sostuvo, mencionando que al rato participó de una discusión sobre calle 1º de mayo y Peatonal, “entre un grupo de policías y comerciantes. Fue una discusión muy encendida y traté de pedir calma. Discutíamos porqué habían dejado la ciudad en este caos. Les explicábamos que esa no era la forma”.
En ese contexto recordó que existió un disparo al aire, pero no logró determinar de dónde provino. “Eramos más de 20 comerciantes”, graficó, ampliando que entre los agentes que no estaban de uniforme “se los veía armados”.
“Era una situación muy tensa. Le pedí a los policías que se calmen y uno de ellos me cuenta de su pedido de aumento salarial”, explicó el comerciante. Fue así que recibieron la sugerencia de concurrir hacia la Jefatura para conocer qué era lo que pasaba y solicitar el cese del amotinamiento.
“Fuimos con mis hermanos y otro comerciante sin palos y cuando llegamos a la Jefatura vimos un tumulto de gente. Mujeres, niños y muchos policías”, retrató Bertoldi, para inmediatamente subrayar que preguntó al personal de la entrada “en qué podíamos ayudar y por cuánto tiempo iba a seguir lo que estaba pasando. En ese momento se desvirtúa todo”, dijo el comerciante, ampliando que sintió “gritos e insultos hacia nosotros. Sentí golpes. Dos patadas y un puñetazo en la espalda. Después también me tiraron una goma en la cabeza por detrás”.
Bertoldi describió que se alejó del edificio de calle Pellegrini junto con un hermano que lo cubría. "Retrocedimos casi toda la cuadra de la plaza seguidos por dos personas, donde una se acercaba alcoholizada con una caja de vino en su mano insultando y buscando pegarnos". Así fue que entendió: "Hubiese bastado que nos intentemos defender para que todavía nos estén golpeando. Tuvimos la prudencia de salir. No ví a nadie que haya intentado defenderme, salvo mis hermanos".
Fue así que el comerciante también apuntó que durante esa noche visualizó "mucha gente armada" y sostuvo: "si hubiese tenido un arma la hubiese llevado porque fueron tres días caóticos".
El testigo reconoció dos videos que la fiscalia le mostró, donde mantuvo una discusión con un grupo de agentes que se habían amotinado en el frente de la Jefatura.
Sobre el final, Bertoldi tuvo la oportunidad de ampliar su testimonio y asegurar que "una de las falencias de esa noche fue la falta o errónea información que circulaba" y criticó que un sector de la prensa "fue la gran fogonera de lo que pasó. Pasamos tres días de locura total. Una de las cosas que faltaron fue la información de parte del municipio. Supimos llevar la situación sin estar preparados".
"Fueron momentos donde se vieron lo peor y lo mejor de las personas que estuvimos ahí. Tenemos que dar gracias a Dios de que no tuvimos 50 muertos. La situación vivida en la peatonal eran de violencia extrema, donde la gente estaba dispuesta a todo para defender sus comercios", concluyó.
Estaban tratando de solucionarlo.
Otro de los testigos de este martes fue el presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, Walter Kleimann, quien narró que recibió un llamado a las 17hs de una propietaria de un supermercado preocupada por la falta de custiodia de agentes asignados.
"Me comuniqué con mis pares y luego me trato de comunicar con el Jefe de Gendarmería. Después me comuniqué con el Secretario de Gobierno municipal, Juan Domingo Orabona que me dijo que no era tran grave el tema, que estaban en conocimiento y que estaban tratando de solucionar el tema", indicó el empresario concordiense.
Fue así que remarcó que recibía en esa noche del domingo el pedido de muchos comerciantes para que acudiera a Jefatura e intentara convencer a los agentes amotinados para que reviertan su decisión. "Consideré que no era el momento. Me pareció que no era circunstancia. Sé que hubo un par que fueron pero volvieron raudamente después", señaló.
Kleimann además dijo que durante la tarde del lunes recibió el llamado del intendente Gustavo Bordet, quien le trasnmitió que el gobernador quería dialogar con él. "Me pasa con Urribarri que me pide que si podíamos colaborar a solucionar el conflicto, ante los hechos que estábamos sucediendo", narró, para mencionar que también propuso que intervinieran el empresario Roberto Niez y el Obispo Armando Collazuol.
"El gobernador quería negociar y quería que los policías se acercacen", aceveró Kleimann, añadiendo que estuvo presente en la sede de CAFESG durante esas horas y que en la negociación "se hablaba de números. Hablaban de temas ténicos. De cuestiones salariales".
Allí fue que el empresario sostuvo que ante las propuestas, los agentes que habían acudido en representación del resto "se consultaban entre sí" y eso hizo que se prolongara hasta casi entrada la medianoche.