El relato de Figueredo inició relatando que el día 8 de diciembre trabajó durante toda la tarde hasta las 20:45hs. y luego se retiró. Indicó que conocía que habría una movilización durante la tarde por un reclamo salarial, asegurando que pudo ejercer sus tareas libremente en ese momento.

Seguidamente dijo que volvió el día 9 durante la mañana hasta el mediodía y que luego retornó a completar su turno a las 9 de la noche hasta las primeras horas del día 10 de diciembre. Subrayó que durante la mañana del 9 “no se podía trabajar” y ratificó que “las radios estaban apagadas”. Además negó que hubieran personas de civil dentro de la Sala del Comando Radioeléctrico, frase sobre la que luego se contradijera.

“Estuve toda la mañana sentado y no recibí orden de trabajar, por eso no trabajé” asintió Figueredo, para minutos más tarde reconocer que “en otras oportunidades se empezaba a trabajar y se esperaba al Jefe después para darle las novedades”.

Arrinconado por el fiscal sobre las horas que dijo haberse pasado sentado en el mismo lugar en pleno amotinamiento, observó: “No le pregunté a Vittori (Jefe del Comando) si teníamos que trabajar”. Además expuso que los teléfonos para recepcionar las llamadas “estaban en la mesa”, mientras que dos testigos anteriores afirmaron que fueron guardados para evitar que sean sustraídos o dañados.

Consultado por el fiscal Guerrero sobre la salida por calle Hipólito Irigoyen de los patrulleros, el testigo rememoró que “había un auto de Logística bloqueando la puerta del Comando ese lunes a media mañana”, pero dijo desconocer qué hacía ese automóvil obstruyendo la salida de los patrulleros.

Ante estos dichos, el tribunal encabezado por el juez Xavier Barbagellata le anticipó a Figueredo que detectaba una serie de inconsistencias en su relato y resistencias a dar información en forma completa.

 

Negó los dichos de su compañero.

 A raíz de las polémicas declaraciones que tuvo este miércoles Rubén Risti, donde lo implicaba a Figueredo en dos supuestas llamadas telefónicas donde daba indicaciones de que se debía tomar el Comando, ante un eventual amotinamiento, se dispuso adelantar la testimonial de Figueredo.

“En ningún momento dije que había que tomar la Jefatura”, subrayó el testigo, ampliando en que “era falso y mentira. Nunca existió un llamado hacia mí. El problema de Risti es personal conmigo”.

A pesar de las disputas que dijeron tener entre ambos compañeros, Figueredo argumentó que después del amotinamiento fue el propio Risti quien “se presentó una tarde en casa diciéndome que (Rubén) Vittori y (Juan Martín) Ramos, iban a hacerme responsable de lo que pasó el 8 y 9” de diciembre de 2013.

“Risti me dijo que era árbitro de fútbol y que por eso era mentira que estuviera enfermo el domingo”, amplificó y señaló que ninguno de sus jefes más cercanos, que habrían escuchado la acusación que hizo Risti sobre su persona “me pidieron explicaciones por estos presuntos llamados” del 4 y 5 de diciembre.

En ese contexto fue que el fiscal Guerrero anticipó su pedido de que el testigo sea acusado de falso testimonio.

 

Filmaciones.

Otro de los testigos fue el periodista Daniel Flanders, quien declaró haber hecho una cobertura durante la noche del domingo 8 en el ingreso a la Jefatura. Reveló que estuvo filmando la marcha previa y que al momento de la toma del edificio “entraron y casi me empujaron. Escuché que había gases y tocía, por eso salí a tomar aire”, señaló.

El aporte fílmico de Flanders refleja la llegada del Obispo Collazoul, del senador Cresto y el arribo de Vittori, Subjefe de Policía de la Provincia de Entre Ríos, quien escuchó los reclamos de los agentes y sus familiares.