Según pudo acreditar Diario Río Uruguay, Bordón afirmó que en las dos décadas que presta servicio en la fuerza nunca había declarado ante un tribunal y aseguró que cumpliendo con sus funciones participó de la marcha por los alrededores de la Jefatura ese domingo 8, previo al amotinamiento. Sobre esa participacián indicó que "este caso es distinto, porque estaban mis compañeros" y reconoció que "cuando estoy en una manifestacion de docentes es diferente porque no conozco a nadie".

En ese marco relató que a pedido del Jefe de la Departamental, Lucio Villalba participó de esa movilización en la tarde-noche del domingo. "El me pidió que vaya. Me preguntó si podía estar" precisando que "nuestra tarea en Inteligencia es saber quienes son los referentes; cuantas personas hay; cuál es el motivo. Estaba de turno y ese era mi trabajo", especificó Bordón. Por otro lado, la funcionaria remarcó que a pesar de esas tareas encomendadas no elaboró ningún tipo de informe escrito ni oral para ser elevado a sus superiores. "Estuve también en la primer y segunda marcha, pero no hice ningún informe sobre ello", subrayó.

La Sargento apuntó que al momento del ingreso de los agentes y sus familiares a la Jefatura se encontraba observando todo desde la Plaza 25 de mayo, por lo que no pudo percibir si se ejerció violencia contra sus superiores. A pesar de ello, confirmó que en la puerta de entrada del edificio estaban el Jefe de Logística, el de Investigaciones y el Jefe Departamental. "Ví que Villalba retrocedió e ingresaron todos juntos", dijo al tiempo que ratificó que Ariel Silva -Jefe de Logística- había sido golpeado, por lo que colaboró para socorrerlo. 

Rectificándose de sus primeros dichos meses atrás, Bordón mencionó que había detallado nombres de los funcionarios implicados y de los roles que asumieron en el motín porque "cuando me tomaron la declaración me sentía nerviosa. No puedo decir precisamente cada apellido de quienes ingresaron. Cuando declaré la primera vez entendí que me decían quiénes estaban. Entendí mal la pregunta porque estaba nerviosa y lloraba", argumentó. Aunque a los pocos segundos recordó haber visto a "Coutinho, Biderbós, Gómez, Carlino, Juan Manuel Rosas, los hermanos Posadas y también creo que a Cendra, pero no estoy segura". Enfatizó también que "ví que andaban en Jefatura. No sé qué rol cumplía cada uno". 

Interrogada por el fiscal Mario Guerrero sobre si había sido objetivo de amenazas previas a su declaración, Bordón lo negó pero recordó que "al principio sí tuve problemas por declarar contra mis compañeros" y rememoró que "una señora me corrió y me dijo cosas en cercanías del Banco Bersa. Me recriminaron que no fui a una marcha en apoyo" y agregó que en otra oportunidad también "la esposa de Juan Manuel Rosas me dijo porqué lo había nombrado a él, pero en ningún momento me insultó".

Ubicándose en la noche del 8 de diciembre, Bordón afirmó que había estado de guardia esa noche y que se mantuvo la mayor parte del tiempo en su oficina. Negó además haber escuchado en el área de Inteligencia acerca de la posibilidad de que se estuvieran produjendo saqueos en Concordia, a pesar de que el jefe de su sección se encontraba en la calle patrullando y combatiendo los robos que se expandían por la ciudad. A su entender, durante esas horas, la Jefatura de Policía habría funcionado normalmente, especificando que "en ningún momento supe que haya una orden de que los manifestantes cesen y se retiren" del edificio de calle Pellegrini. 

Una de las pocas salidas de su oficina que dijo haber tenido durante esa noche fue para intermediar entre Coutinho y la llegada del director de Derechos Humanos, Rubén Bonelli. Señaló que el funcionario "me dijo que lo llevara para hablar con alguien y lo acompañé a que hable con Coutinho. Escuché los gritos que le decían a Bonelli que se vaya". Asimismo recordó que en un momento subió al primer piso para llegar a la Secretaría Privada de Villalba y vió como a éste "lo llevaban por la escalera abrazado para que bajara", graficando que "tenía los ojos irritados y lo bajaban a la planta baja" para que hablara con los manifestantes.

A pesar de haber ratificado que estuvo durante toda la noche y el día siguiente de guardia, la uniformada expuso que no tenía certezas para afirmar que la Jefatura había sido tomada y consideró que según los datos que había recabado "la intención de la marcha fue el reclamo salarial. No hubo otra intensión que yo conozca".