“Ante esta situación mi nuera entró en una crisis de nervios y más que la vió a la nena en un estado de llanto y desesperación. Por lo que de inmediato llamó al padre de mi nieta, porque mi hijo estaba en Chajarí, y se vino volando, por lo que la situación en la escuela fue algo caótica”, continuó relatando la entrevistada.
Bajo este contexto, “sorprende por ejemplo el total desparpajo con el que la directora tomó lo sucedido, como si fuera algo común, de todos los días o al parecer no quería que saliera la luz y de hecho sacó a los chicos del colegio con anticipación, porque esto sucedió a las 11 y a mi nuera la citan recién a las 13 horas, por lo que da la pauta de que algo está escondiendo, para cubrirlos”, según la visión de la abuela.
Luego, “nosotros hicimos la denuncia en la Comisaría del Menor, la Mujer y la Familia, por suerte un grupo de sociólogos la atendió de inmediato". Vale subrayar que los psicólogos coincidieron en que la menor "no debía ser mortificada preguntándole cosas sobre lo sucedido", señaló la abuela, por lo que "intentemos llevar la mayor normalidad y tranquilidad. Así que no hablamos del tema con ella”, manifestó la mujer.
Para finalizar, la abuela describió a la joven como una chica “que peca por callada, sumisa, retraída, muy tranquila, aparte súper cuidada por sus padres, porque somos una familia pequeña en Concordia y nos manejamos con ética, con pautas y valores, como se maneja cualquier familia normal. Mi nieta tiene excelente calificaciones y de hecho esta becada, pero esto nos destruyó a todos, ella esta acosada, se queda en la cama, dicen que no quiere ir a la escuela; y su padre esta incontrolable, le pedimos que se tranquilice para que no cometa ninguna locura. Ahora tenemos que dejar que se encargue nuestro abogado de hacer las cosas como deben de ser”.