En dialogo con Diario Río Uruguay, Fernando Rouger, titular de la delegación local del COPNAF (Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia), indicó que “posiblemente” se trataría un caso de abuso sexual que ocurrió en zona del barrio La Colina, ratificando que la hipotética víctima sería una criatura de 3 años.
También precisó que “el nene se largó a llorar y contó lo que su tío le había hecho”, tras lo cual inmediatamente “fue atendido por el médico judicial”. Extraoficialmente, este medio averiguó que la revisación médica habría arrojado que el pequeño tendría indicios de abuso.
Rouger detalló que “nosotros fuimos informados de la situación por funcionarios de la Justicia, pero debido a que en este caso, al no ser (el acusado) un familiar directo el acusado, como por ejemplo padres o hermanos, no tuvimos que proceder a retirar al menor de la casa”, u otro tipo de medidas similares.
Inimputabilidad
En primera instancia la causas recayó en la fiscalía en turno, a cargo del Dr. Fabio Zabaleta, pero al tratarse de dos menores se pasó la investigación al Juzgado de Menores y Familia.
En tal sentido, el propio fiscal Zabaleta explicó que “primeramente, se le hizo saber de la situación al COPNAF”, a la par que se ordenaron “las diligencias sobre la asistencia de salud del chico”. Por lo que, mientras que posteriormente “al ser el denunciado un menor, inimputable para la justicia, se remitieron todas las actuaciones al Juzgado de Menor y la Familia”.
Justicia por mano propia
Fernando Rouger agregó que “la tía del nene habló conmigo y me dijo que estaban molestos porque no lo metían preso al chico, pero yo le explicaba que se trata de un menor” y las leyes son claras en ese sentido.
Según informaron desde Comisaría Octava a Diario Río Uruguay, luego que el hecho trascendiera en las inmediaciones del barrio, los vecinos intentaron linchar al presunto violador, apedreando la vivienda donde vive para hacer justicia por mano propia.
A raíz de esto, el personal policial debió intervenir para calmar los ánimos y resguardar la integridad física tanto del menor acusado como de su familia.