Los vecinos del lugar fueron los que se conmovieron por los llantos y gritos que, en horas de la siesta de este jueves, provenían de un pequeño departamento de dos plantas ubicado en calle Alem al 180, identificando claramente las voces de niños muy pequeños.
Cuando la policía ingresó al domicilio tras forzar la puerta, encontró a cuatro hermanitos de 8 meses, 2, 3 y 4 años respectivamente, quienes aparentemente hacía varias horas que habían quedado solos y -presuntamente por hambre y por la falta de higiene- comenzaron a llorar desconsoladamente.
Varias horas más tarde aparecieron sus progenitores, quienes intentaron brindar una serie de explicaciones muy poco convincentes, por lo que la Justicia de Menores, que ya había sido puesta en conocimiento del hecho, determinó que de la guarda de los pequeños se haga cargo la abuela materna.
De acuerdo a lo que pudieron establecer en el lugar, los chicos habrían estado solos cerca de 4 horas, desde que la madre de 28 años salió a “hacer mandados”.
Los menores de forma inmediata fueron revisados por el medico policial y alimentados por personal del COPNAF, quienes se hicieron presentes junto a la Defensora de Pobres y Menores de la ciudad.