Mientras comenzaba la tarea de los efectivos del Gabinete de la División Criminalística y sus pares de la División Investigaciones, otros uniformados de la Comisaría 10° establecieron un cerco perimetral, alrededor de un baldío en inmediaciones de calles Espejo y Maipú, lugar donde un recolector de residuos dio con el macabro cuadro.
Siempre de acuerdo a las primeras precisiones que pudo obtener este medio, el cuerpo está incinerado casi en su totalidad y los autores de este hecho habrían utilizado cubiertas de automóviles para su objetivo, ya que los alambres de estos objetos quedaron sobre los restos humanos.