Cuando los policías llegaron al lugar se encontraron con el dueño de la casa que estaba en la vereda. Es que, según contó, el malviviente estaba dentro, pero luego salió corriendo descalzo, a un terreno baldío para esconderse.
Mala pata
Los uniformados, al escuchar ruidos entre la maleza, lograron que el ladrón salga corriendo de entre los yuyos, para terminar siendo aprehendido en el exterior del terreno.Posteriormente, frente a la casa del damnificado, se encuentra una alpargata y una media enganchada en la parte superior de las verjas; en unos pinches de acero. La otra alpargata estaba en el patio interno de la casa, con manchas rojas, posiblemente de sangre.
Finalmente, por disposición de la fiscal en turno, el malviviente - de 36 años – terminó formalmente detenido.