Cuando acababa de notificar que el abogado Edelmiro Díaz Vélez no era más su abogado defensor, Marsicano dialogó con Diario Río Uruguay para argumentar que debió cambiar de letrado “porque no puedo estar 40 días sin ver a mi defensor, cuando me quieren dar perpetua”.

Allí acusó que “el Dr. (Edelmiro) Díaz Vélez se borró, nunca más lo vi, así que hice de cuenta que no tenía a nadie”, afirmando que “en mi desesperación lo mande a buscar un montón de veces”, pero que no tuvo respuesta. “Vos no podes dejar a un detenido tirado”, argumentó.

Marsicano entiende que en el caso “se me está acusando de cosas aberrantes que no existen” y que en ese contexto “no podes ir a un juicio con perpetua y que tu abogado brille por su ausencia”

Reconoció que desde hace varios días está “hablando con un abogado de Concepción del Uruguay”, pero que también “tuvieron que viajar abogados de otra provincia con el expediente y vieron cosas que estaban mal hechas” y que inclusive “en este momento hay dos abogados de Corrientes (Capital) y está llegando otro abogado de Misiones”. Preguntando a los periodistas “¿Si a vos te acusan de asesino y de chorro? ¿Qué querés? ¿Que no me defienda? me están por acostar”.

Por último, ante la pregunta si insistiría en que el arma que mato a Rosatelli se disparó supuestamente por accidente, se limitó a responder: “Yo no mato a mis sangre, a mi mejor amigo, a mi hermano”. Y argumentó que algunas de sus declaraciones anteriores a los medios fueron realizadas “en un estado mío de locura”, mientras que “hoy tengo una experiencia de un año y cuatro meses. Además vas adquiriendo experiencia con los abogados, con los presos y con los penales”. Admitiendo por último que según su óptica, “yo caí en una trampa mortal, donde no se si tengo retorno”.