La peor parte la padeció un Citroën C3 color azul, que entre otros destrozos sufrió el estallido del cristal de la luneta trasera y por la fuerza del choque fue subido a la vereda. Mejor suerte tuvo un Renault Clío Blanco, que fue chocado en la parte trasera por el Citroën y solo tuvo abollones.
En el lugar se hizo presente personal de la Dirección Municipal de Tránsito, quiénes deberán establecer si el chofer del colectivo de la Línea 9 calculo mal el radio de giro o si realmente tuvo un problema en sus frenos o dirección.