Pero tras buscarlo durante mucho tiempo, se pensó que el animal podría haber sido llevado a otra parte fuera de la ciudad de Concordia. Pero una información fidedigna recabada por los uniformados de Brigada Abigeato de Concordia llevó la investigación a un descampado del Barrio "Llamarada", donde se encontraron con un animal de características parecidas, pero “íntegramente” tostado y sin manchas.
Dada algunas dudas se avanzó en la revisión del animal, descubriendo que la marca en el cuero correspondía al damnificado, a pesar que tenía “muy bien hecha” otra marca encimada, en un claro intento de adulteración. Tras ello se revisó en busca de las manchas congénitas en la cabeza, comprobando que el animal había tenido un “tratamiento de tintura" con color de su pelaje, permitiendo así disimular las mencionadas manchas blancas.