Bonifacio Martínez Cristaldo, quien fue asesinado de un disparo que ingresó por la ventanilla del colectivo en que el que viajaba, estaba regresando a su ciudad natal San Patricio, para establecerse definitivamente en el vecino país, luego de vivir ocho años en Argentina.
De hecho, su esposa y dos hijos debían irse también en las siguientes semanas, con el camión de mudanza que llevaba todas sus pertenencias. El hijo mayor del ahora fallecido tiene cinco años, el menor tiene apenas nueve meses.
Por otra parte, la familia de Bonifacio se quejó del trato que recibieron de parte de la empresa del colectivo de larga distancia “Expreso Río Paraná”, que “ni siquiera les avisó del percance”, afirmaron.
Aparentemente, la misma empresa ya habría sufrido un atentado similar a fines del año pasado, aunque cuando eso ocurrió no hubo fallecidos.