Fue allí donde aparentemente un niño de cinco años jugaba inocentemente con un encendedor, hasta que prendió fuego un colchón que se encontraba en una de las habitaciones, lo que género que las llamas comenzaran a expenderse por dicho espacio y por el comedor del lugar.
El fuego aumentó y tomó parte de la vivienda, pero por fortuna ninguno de los miembros de las dos familias que vivían allí sufrió heridas. Las llamas consumieron gran parte de sus pertenecías (como ropa, y calzados) y documentación.
Por jurisdicción, en el lugar intervino personal policial de la Comisaría Tercera.