Agrandar imagen La familia viajaba rumbo al aeropuerto de Montevideo a tomar un vuelo.
La familia viajaba rumbo al aeropuerto de Montevideo a tomar un vuelo.
En la ocasión, varios intrépidos jóvenes jugaban una carrera clandestina en motos, una modalidad conocida como “picadas”, la cual aseguran que se realizan en esa zona desde hace varios años, poniendo en peligro la integridad de los participantes, así como de otros conductores, que como en este caso, solo pasaban por el lugar.

Según se pudo saber el menor, inhabilitado para conducir, iba a bordo de la motocicleta Baccio Classic 200 cc, corriendo una carrera de velocidad con otro motociclista, mientras el encuentro era seguido desde la faja natural de la ruta por una platea de espectadores que asiduamente se dan cita a filmar y alentar a los corredores, compartiendo incluso luego, los videos en redes sociales.

Delante de los competidores se dirigía en igual sentido la camioneta argentina tipo SUV marca Ford Territory, conducida por un hombre de 51 años, el cual viajaba con su esposa, su hijo de 16 años y su hija de 12, todos vecinos de la localidad de Concordia.

“Yo iba despacio, respetando el límite de velocidad que me indicaba el Waze (aplicación de GPS para rutas y caminos en el celular) y de repente una moto me pasó muy rápido y cerca del costado izquierdo, pero otra moto que venía más a la derecha me chocó la camioneta a la altura del farol trasero izquierdo y cayó allá”, indicó el conductor entrerriano, señalando el lugar donde se encontraba la moto.

“Veníamos de Concordia, íbamos para el aeropuerto de Montevideo a tomar un vuelo que sale mañana a las 7”, indicó. Paradójicamente, contó que “unos 20 kilómetros antes del choque veníamos hablando con mi familia del buen estado de la ruta desde que cruzamos el puente, qué bien señalizado e iluminados los cruces;y llegando acá nos pasa esto. Me quise acercar para ver cómo estaba el chico pero estaban unos familiares suyos muy sensibles por la situación”, dijo el conductor de la camioneta.

Entre el “público” al parecer estaba un hermano y varias personas más que, apenas fue trasladado el herido, se acercaron a la moto y según testigos, “comenzaron a patearla; estaban muy nerviosos por la situación”.

Tras chocar la camioneta, la motocicleta siguió unos 30 metros hasta detenerse en el medio de la ruta con la víctima tendida en el suelo; trascendiendo que las lesiones del joven se veían de extrema gravedad, aunque el examen médico será el que determine el informe exacto.

Sobre las causas del siniestro, más allá de la imprudencia de la picada, se descarta que se hayan asustado por el tránsito de frente, por cuanto el camionero que conducía el camión que circulaba en sentido contrario indicó que “vi el accidente, pero yo venía lejos, estaba aún en el bajo; tenían mucha distancia para pasar”.

No se descarta entonces que estuviesen conduciendo las motos tendidos de vientre sobre el asiento, haciendo el “súperman”, posición que le suelen llamar a dicha acción para reducir la resistencia al viento y lograr mayor velocidad, a costa de una menor visibilidad y prácticamente nula capacidad de maniobra.

Al lugar, arribaron efectivos de la comisaría tercera, con apoyo de un uniformado del destacamento de policía caminera y posteriormente una ambulancia de SIET, que trasladó al motociclista hacia Comepa.
Fuente: El Telégrafo