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Una de estas reuniones ocurrió en la zona de Villa Zorraquin, jurisdicción de la Comisaría Quinta, donde el personal policial no tuvo una intervención sencilla, ya que fueron recibidos de forma violenta por los participantes de la fiesta, los que terminaron dañando tres patrulleros con roturas parabrisas, espejos y hasta una mica de uno de los móviles.

Tras la imposición de la fuerza de seguridad hubo tres personas detenidas, a una de las cuales incluso se le secuestró un arma de fuego que tenía en su poder. Los otros dos detenidos habían sido señalados por haber robado una conservadora con bebidas a una joven que también estaba en la fiesta clandestina.