"Quiero retractarme porque dije una mentira en Cámara Gesell y nunca pensé que iba a causar tanto daño a mi mamá y a mi padrastro", admitió. Consultada qué edad tenía cuando ocurrieron los hechos, la joven respondió que tenía 14 años.
"Yo dije que a mí me abusaba mi padrastro Claudio, pero en realidad él a mí nunca me tocó”, aseveró. "Quiero retractarme de lo que dije en Cámara Gesell, que todo lo que dije es mentira" respecto a que "él me tocaba y abusaba".
Según explicó, en aquella ocasión "me dejé llevar por mi orgullo y porque me llenaban la cabeza. Yo era una chica rebelde y quería irme a vivir con mi papá verdadero, Juan Carlos", argumentó sobre su primera versión.
"Yo me sentía mal porque me educaban (mis padres), pero no lo aceptaba y lo tomaba como un castigo", contó.
Maia manifestó que un familiar de ella "le llenaba la cabeza", pero se negó a nombrar a quién hacía referencia. Ahora “quiero liberar a mi padrastro de ahí, porque él está injustamente donde está por la gran mentira que dije".
Matia afirmó que la Cámara Gesell donde hizo las declaraciones fue en Concordia, y que después se fue a Buenos Aires. "En Buenos Aires yo me retracto y quiero decir toda la verdad, pero no me dejaron venir. El fiscal me dijo que no venga ", según su versión.
"Yo quería venir para pedirles disculpas a mi padre y a mi madre, que les hice mucho daño". Pese a haberlo perjudicado legal y judicialmente, la joven manifestó que su padrastro "me perdonó todo lo que yo le hice y eso admiro mucho de él". Consultada respecto a si alguna vez se retractó delante del fiscal, Benítez dijo que no lo pudo hacer nunca "porque nunca me dejaron venir", no obstante, "ahora que soy mayor decidí cambiar y aceptar para que mi papá pueda salir de ahí".
El pasado martes "fuimos a la escribanía y llenamos los papeles para que podamos sacar a mi padrastro de ahí. Estoy muy arrepentida de lo que hice", se sinceró.