Según relató la madre, el día del hecho notó que su hija caminaba con dificultad al retirarla del jardín. En un primer momento, la menor se mostró reacia a ser tocada y presentó un cambio drástico de comportamiento. Ante la preocupación, la familia decidió llevarla al hospital “Francisco Ramírez”, donde un médico de guardia constató “irritación en la zona genital”.
De manera inmediata, el hospital activó el protocolo correspondiente, mientras que la madre se dirigió a la policía y posteriormente realizó la denuncia en la Fiscalía de esa localidad. Sin embargo, según Andrea, las respuestas de las instituciones involucradas han sido insuficientes. Además, aseguró que fue “aconsejada” por profesionales judiciales y provinciales a no difundir el caso en los medios, bajo la amenaza de que podía perder la custodia de su hija.
La menor fue entrevistada en cámara Gesell, donde según trasenció, habría ratificado información clave para la investigación y se habrían identificado posibles elementos que podrían llevar a la individualización del presunto abusador. No obstante, el proceso judicial no ha tenido avances significativos aún y la familia de la víctima sigue a la espera de respuestas concretas.
Por otra parte, versiones indican que existiría otra denuncia de carácter similar, aunque las familias involucradas habrían optado por mantener reserva al respecto.
