En ese marco, Bordet repudió el ataque terrorista de Hamas a Israel, del pasado 7 de octubre, hizo un repaso histórico en torno al asentamiento de las colonias judías en Entre Ríos, que dio lugar a los denominados “gauchos judíos” y repasó las distintas medidas educativas y legislativas que llevó adelante durante su gestión para prevenir y penar los actos discriminatorios y antisemitas.
Durante su exposición en el foro, el mandatario recordó su participación en la misión de intercambio técnico-científico al Estado de Israel. “Un año y medio después cuando –el 7 de octubre–, vi las imágenes que llegaban de distintos kibutz limítrofes con la Franja de Gaza, la verdad no podía imaginarme, no había capacidad para el asombro y para el horror y pensaba que quizás muchas de esas personas con las que había compartido aquel almuerzo eran víctimas del terrorismo de Hamás”, lamentó.
“Esto viene a colación de lo que tiene que ver con nuestro tema porque, en definitiva, el desencadenante y la consecuencia de los actos terrorista de Hamás tienen su génesis en antisemitismo que durante siglos se ha llevado adelante, como bien quienes antecedieron en otros paneles, lo han explicado” dijo, y agregó que “por eso, adhiero de forma contundente, que todo acto terrorista, toda organización terrorista, tiene que tener el más amplio repudio y no hay absolutamente ninguna duda que pueda quedar al respecto”.
Inmigración judía en Entre Ríos
Con ese entorno, se remitió a la historia de la llegada de los inmigrantes a la provincia y relató que “en el año 1895 arribó el vapor Pampa al Puerto de Buenos Aires, traía cientos de familias que venían a establecerse en las colonias que Entre Ríos había ofrecido. Venían de Polonia, Ucrania, de la Rusia zarista, perseguidos y huyendo de los numerosos pogromos de aquella época. Vinieron a mi provincia como tantos inmigrantes que llegaban en esos tiempos y se establecieron en toda una franja en el centro este de la provincia de Entre Ríos”.Bordet recordó que uno de los que había llegado en ese vapor fue Alberto Gerchunoff, al que describió como “un gran intelectual”, y autor del libro Los Gauchos Judíos “que tiene que ver con aquellos inmigrantes que vinieron y que adoptaron automáticamente las costumbres, que eran completamente diferentes y tuvieron que adaptarse con las vestimentas y las costumbres de los gauchos que eran los que habitaban estas latitudes”, relató.
Puntualizó que “esos gauchos judíos dejaron en mi provincia un gran legado, cultural, científico, de trabajo, generaciones que marcaron huellas desde el talento artístico, el deporte, la ciencia, del comercio y ese legado que quedó en nuestra provincia, debo decir, muchas veces no fue respetado. Fue en una parte minúscula de la población –como sucede en todo el mundo– y fueron frecuentes profanaciones de lugares sagrados, como templos, cementerios que habían quedado y quedan en zonas rurales, y cada vez que sucedía situaciones de este tipo en la prensa se titulaba como hechos vandálicos, travesuras a quienes pintaron esvásticas y, la verdad, no eran ni hechos vandálicos, ni travesuras. Eran actos y acciones de discriminación y de antisemitismo con total claridad”, sostuvo.
Prevención, educación y concientización
En ese sentido, Bordet dijo que para erradicar ese tipo de acciones, “fue necesario poder realizar una tarea, por un lado, que tiene que ver con la prevención, la educación y con la concientización para la erradicación de todos estos actos de discriminación y antisemitismo”.Rememoró allí que cuando asumió la gobernación, “en 2016 tuve una primera reunión con la Daia Argentina, con quien celebramos un convenio para que se incorporen en todas las currículas de todos los niveles educativos (Primario, Secundario, Terciario y Universitario), para que se determinen cátedras, clases, donde se tienda a eliminar todo rasgo de antisemitismo, de agravio a cualquier persona, que muchas veces están en el lenguaje cotidiano, común. Muchas personas lo tienen incorporado por lengua materna pero resultan hirientes y ofensivos”.
También, “incluimos durante la Semana de la Shoá que todos los establecimientos educativos puedan realizar un exhaustivo análisis sobre lo que significó como calamidad y catástrofe en nuestra civilización”, indicó el mandatario.
Acciones de punibilidad y penalidad
Por otro lado, Bordet, dijo que fue necesario, además de las acciones preventivas, “tener acciones que tengan punibilidad y penalidad para aquellos que cometían estos hechos claramente de antisemitismo”.Especificó que “hubo dos fallos en el Tribunal Federal Oral que tiene asiento en Paraná, la capital de la provincia. En uno de ellos se condenó a una persona que pintó esvásticas y otras leyendas antisemitas, pero cuando se empezó a investigarlo se determinó que su perfil era el de una persona que podía provocar acciones mucho más peligrosas. Se lo condenó a tres años de prisión en suspenso, más la imposición de realizar capacitaciones durante dos días a la semana por el término de un año”.
Además, “ocurrió en una localidad que es una colonia judía, General Campos, que una mujer emitió desde una oficina pública la impresión de boletas con leyendas xenófobas y antisemitas y fue condenada a dos años de prisión”, relató.
“Las condenas son en suspenso, porque la Legislación argentina establece que las condenas hasta tres años son excarcelables. Acorde con esto, la pena incluye que no puedan ejercer cargos públicos ni ejercer acciones que cualquier ciudadano puede llevar adelante”, puntualizó el mandatario.
Al tiempo que agregó que “la ley nacional que regula los actos discriminatorios establece como tope tres años de prisión. Es lo que está vigente a nivel federal en la República Argentina, por eso el ámbito de la justicia no fue provincial sino federal.