“Esta es la discusión federal que hay que dar, no la de subir más impuestos para la clase trabajadora sino reclamar desde las provincias lo que legítimamente nos corresponde en materia de transferencias”, propuso al hacer uso de la palabra en la sesión.
El ex gobernador refirió además que estas leyes en nada van a contribuir a mejorar a mejorar el deterioro social y económico que tiene la Argentina en estos meses que han transcurrido, al contrario los va a agravar. “Es notable como se han pulverizado los sueldos y las jubilaciones. En este último mes 60.000 cuentas de sueldo han sido cerradas”, advirtió.
“En muchos ámbitos que este paquete fiscal va a contribuir a llevar un alivio financiero a las provincias. Y la verdad es que es una falacia, porque lo que se puede recaudar en más para las provincias por el impuesto a las ganancias, claramente se va a perder por la suba de los mínimos no imponibles para bienes personales y la reducción de las alícuotas para bienes personales. El efecto en la coparticipación a las provincias va a ser neutro este año, y en los siguientes va a ser negativa”, afirmó.
“El problema más grave es que al sancionar esta ley se va a estar grabando con impuesto a las ganancias a un millón cien mil trabajadores, que van a ver reducidos hasta el 35% sus salarios. Y por otro lado, en bienes personales, solamente 12.000 contribuyentes concentran el 80% del impuesto, que son las grandes fortunas que se denominan y que van a ser los principales beneficiarios de esta reforma”, hizo saber.
“En definitiva, hay una transferencia del sector del trabajo al sector de las grandes fortunas, y esto es un contexto de deterioro social y económico es imperdonable”, puntualizó.