El exministro del Interior y actual diputado nacional por Entre Ríos, Rogelio Frigerio, fue uno de los que más dardos de Carrió recibió. La líder de la Coalición Cívica recordó que AySA, hoy presidida por la esposa de Sergio Massa, Malena Galmarini, estaba a cargo de Frigerio durante la administración macrista.
Presunta caja
“Antes la caja de AySA era de Frigerio. Es cuando me puso una amante en una lista (sic) y yo les dije: ‘Señores, yo me bajo de la lista de la Capital si no me sacan" a la mujer señalda. La cual, según Carrió, "estaba como testaferro de Frigerio en AySA. Yo les dije, o la sacan a la chica o yo me retiro de la campaña”. Aunque no la mencionó por su nombre, la referencia estaba dirigida a Joanna Picetti.Además, dijo que la campaña de Frigerio como candidato a gobernador de Entre Ríos “es escandalosa”. Sin una mención explícita, aludió al financiamiento del exfuncionario de Macri. “Guarda, porque la gente puede terminar votando lo mismo con buenas caras”, dijo.
La supuesta “testaferro” a la que apuntó Carrió es Joanna Picetti, según confirmaron fuentes de Juntos por el Cambio al diario La Nación. Esta mujer ocupó el octavo lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales del oficialismo en la Ciudad, en 2017, pero no llegó a asumir. En ese entonces, había trascendido que fue la propia Carrió la que pidió que la apartaran de la lista luego de que se conocieron denuncias del exmarido de Picetti, que la acusaba de haber maltratado a sus hijos. Fue finalmente la justicia electoral la que falló en su contra y le dio la razón al partido, que la excluyó, pese a la insistencia de la candidata. Picetti, en 2017, era funcionaria de AySA y su desembarco en el Ejecutivo y en la lista para las legislativas se dio a través de allegados a Frigerio.
En el 2019, Picetti volvió a ser noticia cuando irrumpió en el discurso de apertura de sesiones de Mauricio Macri. “Perdón, me dicen que usted no es diputada. ¿Podría retirarse del salón?”, le pidió la entonces vicepresidenta Gabriela Michetti mientras Picetti acusaba, a los gritos, al entonces presidente de haber vetado su ingreso al Congreso. Esa aparición le valió luego una denuncia ante la justicia federal por los supuestos delitos de atentado y resistencia a la autoridad.