Herzog argumentó que, en el caso particular de la industria del cine, “es una actividad que péndula entre lo público y lo privado, como en todos los países del mundo. Y es autosustentable, es decir, se financia con fondos que provienen de la dinámica del propio sector”, subrayó.
Herzog lo explica. “El fondo de fomento del INCAA proviene básicamente de un porcentaje de las entradas de cine y de una asignación específica que hace el ENACOM (Ente Nacional de Comunicación), que recauda un porcentaje de la pauta publicitaria que facturan las empresas de radiodifusión por el uso del espectro radioeléctrico argentino. Es decir, los canales de televisión que programan cine y series argentinas. Un porcentaje de lo que recauda el ENACOM va al Instituto Nacional de Cine, que a su vez va al fomento de la actividad. Es un círculo virtuoso” mencionó. Subrayando que ese monto “constituye el 80% del Fondo de Fomento y es un punto clave porque hace menos de un año esta ley se trató y aprobó su continuidad en el Congreso Nacional por amplia mayoría parlamentaria”.
La ley
Con el circuito actual de financiación del sector "se crean 700 mil puestos de trabajo anuales”, agregó el cineasta. “Además, el esquema de coproducciones internacionales que rige en el país, genera un importante ingreso de divisas”.Según un estudio encargado por la Plataforma Netflix y el Observatorio Audiovisual Argentino que publicó recientemente la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC), la contribución total del sector audiovisual alcanza el 3,1% del empleo de la economía argentina, considerando efectos indirectos en sectores como gastronomía, hotelería, transporte, seguridad, etc. Según este estudio, por cada peso que se invierte en el sector audiovisual se generan 7,65 en el total de la economía. Con semejantes datos, es difícil entender cuál es el sentido de la ley. Herzog responde “es lo que nos preguntamos todos, cuál es el sentido y el alma de esta ley". “La conclusión es que parece una mezcla de fanatismo ideológico y desconocimiento. La cultura no es un gasto, la cultura genera identidad, patrimonio y valor simbólico agregado en el mundo como premios y reconocimiento internacional, pero también trabajo genuino y desarrollo económico al motorizar cientos de Pymes a lo largo y ancho del país”, puntualizó el cineasta.