De esta manera, el presidente municipal explicó que “durante años el mal servicio de la Línea 9 perjudicó a miles de ciudadanos” y destacó que “es muy llamativo que, entonces, no se le escuchó decir ni una sola palabra al respecto, ni una sola expresión en defensa de los miles de usuarios ni sobre las condiciones de los trabajadores en esos momentos”.
Es por eso que “esta gestión municipal decide con firmeza realizar todo lo correspondiente dentro del marco de la Ley para que se brinde un servicio digno, siempre ajustándose a derecho y respetando todos los procedimientos”, valoró.
Asimismo, precisó que “cuando la anterior empresa abandonó el servicio, contaba con una plantilla activa de 13 trabajadores con meses de sueldos adeudados” mientras que, hoy, “las empresas que se hicieron cargo del nuevo servicio de la Línea 9 incorporaron a 15 trabajadores de la anterior empresa y mejoraron notablemente la calidad del servicio, algo que los propios usuarios destacan y agradecen”.
Además, subrayó que “la medida se instrumentó para solucionar un problema de años y contó con el respaldo unánime de todo el Concejo Deliberante, fue aprobado por los diferentes organismos provinciales y nacionales, y acompañado por la Cámara del Transporte”.
Según sus palabras, esta decisión “fue tomada para beneficiar a los cientos de trabajadores, estudiantes y ciudadanos que a diario utilizan el servicio”.
Desde el municipio “tenemos la responsabilidad y la obligación de profundizar la democracia y garantizar la transparencia en las instituciones”, apuntó Francolini y declaró que “estoy en contra de cualquier manejo autoritario o caprichoso de la administración pública”, dado que “el autoritarismo y el favoritismo conllevan injusticias; cualidades contrarias a la justicia social del peronismo”.
“Nadie puede prometer y comprometer los recursos públicos que son de todos los ciudadanos, queriendo usarlos a su antojo, vulnerando los derechos de todos”, porque “el pueblo quiere que se haga todo dentro de la Ley” y “la sensatez debe primar en la conducta de todo dirigente político”, puntualizó.
Finalmente, el intendente de Concordia aclaró que “no quiero dirigirme de manera agraviante a quienes pusieron en duda mi intervención en este conflicto”, pero “es importante escuchar el cansancio que sienten los concordienses ante la utilización mezquina e individualista de un problema social; ante la permanente búsqueda de provocar desunión para consolidarse en el caos” teniendo en cuenta que “el tiempo de la demagogia y del prebendalismo se acabó” y “es tiempo de actuar en consecuencia”, dado que “no pienso que sea tarde”, sino que “es ese el camino que se nos exige tomar y también que podemos estar a la altura de esa exigencia”.
“Quienes me conocen saben del valor de mi palabra. Lo que digo lo cumplo. No hago promesas vanas ni me expreso con demagogia”, determinó.