Ante la atenta mirada de los legisladores como de miembros de su gabinete y de la vicepresidenta Victoria Villarruel, el discurso del primer mandatario empezó con una definición pretenciosa. “Hoy estamos aquí para presentar un proyecto de presupuesto nacional que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que podamos volver a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos”.
Durante 45 minutos, Milei afirmó que “después de años en donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy vinimos aquí a ponerle un cepo al Estado. Este proyecto de presupuesto que estamos presentando hoy aquí tiene una metodología que blinda el equilibrio fiscal, sin importar cuál sea el escenario económico. Esto significa que independientemente qué ocurra con la economía a nivel macro, el resultado fiscal del sector público nacional estará equilibrado”.
“Este blindaje fiscal abre una nueva página en nuestra historia, hasta ahora desconocida. A partir de ahora la Argentina será solvente, con la consecuente baja del riesgo país y de la tasa de interés, y en consecuencia el aumento de la inversión, de la productividad, del salario real y en definitiva la caída de la pobreza y de la indigencia”, mencionó.
Milei hizo foco en el default que decretó Adolfo Rodríguez Saá durante su breve presidencia en el año 2001 “desde esta misma casa donde fue aplaudido en medio de algarabía”. “Ese default, que fue apoyado y aplaudido de pie por la totalidad de la clase dirigente, sería el comienzo de un ciclo populista que ha destruido la Argentina”.
Afirmó que fue él mismo a presentar el Presupuesto 2025 “primero, porque soy economista y además estoy orgulloso de eso. Soy el primer presidente economista de la historia argentina, para ser más preciso, y probablemente por eso para mí el destino de un pueblo se juega en las definiciones económicas que toma. Sólo sobre la base de una economía sana, las personas pueden ejercer verdaderamente su libertad. La primera y primordial de estas definiciones es acerca de qué se tiene que ocupar el Estado con el dinero de los pagadores de impuestos. Eso es, ni más ni menos, el proyecto de presupuesto nacional”.
“La segunda razón por la que me estoy presentando hoy aquí es porque vengo a proponer un proyecto de presupuesto diametralmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados. No sólo distinto, sino el más radicalmente distinto de nuestra historia. He aprendido de primera mano que a más profundo el cambio, mayor debe ser el esfuerzo empeñado para pelear por él. Por eso estamos aquí hoy, porque el presupuesto no es una ley más”, afirmó.
“Esta es la ley de leyes, la hoja de ruta bajo la cual ordenaremos las prioridades de nuestra gestión en la presente hora nacional. La piedra basal de este presupuesto es la primera verdad de una administración pública sana: el déficit cero. Lo primero que hay que entender es que cuando los gobiernos quieren gastar compulsivamente y no les da el margen para seguir subiendo impuestos, como ocurre en la Argentina, la única forma de pagar es pedir plata prestada o imprimirla en el Banco Central”, cuestionó.
El presupuesto oficial que comenzará a tratar el Congreso proyecta la inflación para el año próximo en 18,3% y señala además que la de este año terminaría en 104,4%, una estimación por demás optimista teniendo en cuenta que en los primeros ocho meses de año ya acumuló 94,8 %. Sobre el mediano plazo, el optimismo es aún mayor: en 2026 la inflación sería del 11,6% y en 2027 del 7,4%.Asimismo, el proyecto pronostica un crecimiento del PBI para el año próximo del 5%, tasa que se repetiría en 2006 y que se elevaría al 5,6% en 2027. En cuanto al dólar, las proyecciones son que el tipo de cambio oficial nominal cerrará este año en $1.020 y hacia diciembre de 2025 estará en $1.207.
Sobre el final, Milei dejó la definición más jugosa cuyo foco fueron los mandatarios provinciales. “A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias, en su conjunto, hagan un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”, apuntó.
“O hacemos exactamente lo contrario a lo que venimos haciendo hace más de 100 años y nos dejamos de hundir o seguimos haciendo lo mismo, dejamos todo como está, y mantenemos este sistema putrefacto que empobrece todos los días a los argentinos. Esos son los dos caminos. Sepan ustedes, miembros de este honorable Congreso, que la decisión de qué lado de la historia quieren permanecer es suya”, finalizó Milei.