Para esa fecha, vence (o vencía) un plazo que la Justicia le había otorgado a la firma Caminos del Río Uruguay (CRUSA), explotadora de la ruta. Se había decidido que todo ese camino mesopotámico pasara a ser operado por la estatal conocida como Corredores Viales, y que la planta de la empresa, excepto los jerárquicos, fuera incorporado a la mencionada firma nacional.
Pero, según señala el diario La Nación, finalmente, los técnicos del Gobierno encontraron un artículo para que la cuestionada concesión no pase a manos del Estado. Así, se decidió que, a partir del 1° de abril, se volverá a dar un plazo de otros seis meses. En ese lapso, no tan extenso para los tiempos administrativos, la administración Milei intentará llegar a una solución que integre la inversión privada.