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“La madera expresa en buena medida la cultura de esta región y las gestiones municipales se amplían más allá de las ciudades porque sus intendentes asumen un compromiso con las fuerzas de la producción y el trabajo. Trabajar unidos con los forestadores e industriales es una tarea esencial para sumar valor a las materias primas”, definió Bahillo en un tramo del encuentro.

Complementó con que “damos pasos firmes en la integración de localidades hermanadas en un interés común, en este caso la industria forestal. Es el gobernador Gustavo Bordet el impulsor de estas políticas que nos unifican y permiten concreciones como el polo tecnológico, que se lleva adelante con una inversión del Estado, tanto nacional como provincial, y la participación de los sectores productivos, científicos y académicos”.

El intendente de Federación, Ricardo Bravo, sumó que el propósito es “potenciar el corredor del Uruguay en la industrialización de la madera; y una manera que vemos como viable es a través de la construcción de viviendas. Federación también es forestación, hay 56 aserraderos funcionando y durante la pandemia, cuando el turismo se desplomó, vimos el potencial en materia de generación de recursos”.

En tanto, el presidente comunal de San Jaime, Antonio Rodríguez coincidió en que su ciudad también cuenta con la silvicultura como palanca de desarrollo que, dijo, “enlazada con la construcción puede ser fuente de creación de más empleo en nuestras localidades. Creo que el Estado tiene que avanzar para priorizar modelos que viviendas que empleen la mayor cantidad de madera posible”.

A su turno, la intendente de Villa del Rosario, Valeria Perini puso en valor “la necesidad de sumar inversiones en tecnología de manejo para crecer de manera sustentable. En mi ciudad, los aserraderos son fuente de trabajo, que se ensamblan con la citricultura y el turismo”.

El intendente de Chajarí, Marcelo Boghesan sumó su apoyo a la iniciativa regional. “Los aserraderos están en una buena etapa y el Estado acompaña para que ese crecimiento sea sostenido”, enfatizó.

Las mesas sectoriales donde se definen propuestas de políticas públicas para el campo y la agroindustria son un denominador que representa la gestión, y Bahillo profundizó esta herramienta al determinar que “establecemos juntos una agenda que seguimos con compromiso, porque así se construye la confianza”. Sumó que “Entre Ríos es la provincia con la matriz productiva más diversificada de la Argentina y para este gobierno es una tarea cotidiana tener en cuenta las demandas que vienen de cada cadena de valor”.

Especificó que “es un deber irrenunciable del Estado desarrollar los grandes vectores como, por ejemplo, puertos, caminos, conectividad y provisión de energía; y para cada sector productivo e industrial en particular generamos herramientas a partir del debate con los protagonistas”.

Para multiplicar la fuente de materias primas, crecer en área implantada es otro de los objetivos planteados en el encuentro. Bahillo valoró los incentivos en tal sentido regulados por ley; lo mismo que la paleta de financiamiento disponible con fondos provinciales y nacionales como instrumentos para impulsar el desarrollo y la normalización integral de las plantas industriales que funcionan en la región.

Una de las metas es el mejoramiento de la gestión a través de la información forestal y certificación y otra refiere al desarrollo y transferencia de tecnología cuyo objetivo es contribuir al manejo sustentable y a la competitividad de las plantaciones, aumentando la calidad de los productos, tanto en la producción primaria como en la primera transformación, diversificando y mejorando el acceso a las cadenas productivas y los mercados para las mini, pequeñas y medianas empresas.

En cuanto al financiamiento del programa, el gobierno nacional aporta fondos equivalentes a dos millones de dólares para la construcción de un Centro Foresto Industrial en Federación, y Entre Ríos suma 640.000 dólares.

Los fondos tienen como destino la construcción de un centro de afilado, secado de madera y capacitación para atender requerimientos de los aserraderos. Se integra la puesta en valor del vivero provincial de Villa Paranacito, el inventario forestal de los bosques cultivados y la asistencia a INTA para la investigación de nuevas variedades forestales.