El ex gobernador mencionó que llegó de Israel hace 18 días y desde entonces desarrolló actividad en Concordia, Paraná y Gualeguaychú. "Me reencontré con la militancia, recorrí barrios, visité gremios y en todos lados las preocupaciones son las mismas: primero, por supuesto, la inflación y los precios, y segundo que hay muchos dirigentes de brazos caídos que parecen resignados a una derrota en elecciones para las que falta muchísimo tiempo", describió.

En este último caso, "fui invitado como uno más a un encuentro que la militancia peronista de Cerrito sostiene cada martes desde 2018. Este espacio no se cortó ni en pandemia y es realmente un ejemplo de práctica política. Se propusieron sacar al macrismo del Concejo Deliberante y lo lograron. Triplicaron los votos históricos, hoy tienen cuatro bancas y definen todo votando en asamblea. Quedé en volver y les sugerí que inviten a más dirigentes, sobre todo a los que suenan como precandidatos y precandidatas", comentó Urribarri ante los presentes, junto a las concejalas y los concejales del bloque peronista.
Tras recordar las obras y acciones de gobierno desarrolladas en Cerrito entre 2007 y 2015, Urribarri mencionó que seguirá recorriendo el territorio. "Voy adonde me invitan y ya tengo más de 20 actividades para agendar. Le vengo pidiendo a la dirigencia que haga lo mismo porque el mano a mano y el cara a cara no se pueden reemplazar ni con redes, ni con prensa, ni con nada", manifestó.

"Hay que salir, caminar, abrazar, escuchar. De a poco veo que algunos y algunas van perdiendo el miedo y se animan a decir que Rogelio Frigerio no es entrerriano, que no vive acá y que fue uno de los principales ejecutores de las políticas del gobierno más nefasto de la democracia moderna. El peronismo tiene cuadros excepcionales, historia, mística y militancia. Si todos ponemos lo que hay que poner, es posible el triunfo en las urnas en 2023", resaltó finalmente.