Sin embargo, las clínicas y los sanatorios afectados por esta medida, según las palabras de Díaz Vélez, “no pedíamos aumentos de aranceles, nosotros seguimos cobrando lo que IOSPER quiere pagar, porque ellos pusieron estos precios, pero en definitiva, no podemos seguir dando entre 5 y 8 meses para cobrar lo que se trabaja”. Este tipo de entidades “viven de su trabajo, no tienen ningún otro tipo de aporte más que su trabajo para continuar con sus puertas abiertas”. Además, Díaz Vélez subrayó que “los proveedores no nos esperan, todo ha subido y es muy difícil esta situación”.
De esta manera, Díaz Vélez reconoció que “pedimos que se nos pague, nada más que eso” y remarcó la necesidad de que “se cambie la metodología de pago, porque no podemos vivir si no cobramos en tiempo y forma, no podemos esperar tanto tiempo para cobrar algo que ya se gastó” para “brindar la mejor atención a los pacientes”.
La reacción de IOSPER
En base a esta decisión, Díaz Vélez explicó que desde la obra social se comunicaron “cuando se enteraron que cortábamos el servicio” por lo que “mandaron, durante el fin de semana, un convenio que no tiene nada que ver con la intención de convenio que deberíamos firmar”.Por eso, subrayó que “nos damos cuenta de que se está prolongando porque si, no conocemos cuál es la situación de IOSPER, pero vemos que no hay respuesta a lo que se pide, por eso se decidió el corte y, hasta que no se firme un convenio nuevo, no seguiremos trabajando” porque “cuanto más trabajamos, más nos fundimos”, concluyó.