Fue trasladado como obispo de Concordia el 21 de julio de 2004 y tomó posesión de esta diócesis en octubre de ese mismo año, reemplazando al trasladado monseñor Héctor Sabatino Cardelli, quien tuvo una recordada gestión, con una activa participación en diversas cuestiones y problemáticas que excedían lo estrictamente religioso. Una postura que incluso lo llevó a tomar posiciones públicas que incomodaron a las autoridades políticas de entonces.
Collazuol se caracterizó por tener un perfil mucho más bajo, limitándose casi estrictamente a lo litúrgico, con excepciones como su intervención en el levantamiento policial del año 2013, o cuando en el año 2018 criticó el protocolo de Salud Pública, mediante el cual -en el hospital Masvernat- se le practicó un aborto a una menor que había quedado embarazada tras una violación.
Más cerca en el tiempo, recientemente llamó la atención que no acompañara públicamente una carta escrita por varios sacerdotes de Concordia, donde los curas hicieron pública su preocupación ante la creciente ola de hechos violentos en la capital del citrus. Monseñor Collazuol es el cuarto obispo de Concordia. Los anteriores fueron Mons. Ricardo Rösch (1961-1976), monseñor Adolfo Gerstner (1977-1998), y monseñor Héctor Sabatino Cardelli (1998-2004).
Tal como se señaló, en febrero de este 2023, Collazuol cumplirá 75 años de edad y el Código de Derecho Canónico es claro en que "al obispo diocesano que haya cumplido 75 años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al sumo pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias". En este caso no sería necesario el ruego, ya que el religioso habría anunciado con anticipación el deseo de no seguir en el cargo, según confiaron a Diario Río Uruguay personas de activa participación en la Iglesia Católica. Aunque estas modificaciones de estructura dependen de una serie de órdenes desde el propio Vaticano.
La Diócesis de Concordia fue creada por Juan XXIII el 10 de abril de 1961 y comprende los departamentos de Colón, Concordia, Federación, San Salvador y Federal. De esta diócesis dependen unas 30 parroquias y más de cien iglesias y capillas. La diócesis cuenta también con una veintena de seminaristas, un centenar de religiosas y 40 centros educativos de distintos niveles.