De acuerdo a la identificación comercial del lugar allanado, sería un centro de entrenamiento “físico y mental”, pero la investigación que abarcó 14 provincia argentinas, lo identificó como uno de los lugares sospechados de conformar la macabra red. En Entre Ríos habrían sido dos los allanamientos, el restante tuvo lugar en la ciudad de Paraná.
Fuentes judiciales precisaron que el procedimiento se enmarcó en los operativos de Aliados por la Infancia IV, un trabajo coordinado por varios países americanos, entre ellos Argentina.
Según trascendió, en el domicilio concordiense, el personal de la División Investigaciones secuestró material tecnológico e informático que será analizado y peritado, para certificar si desde la conexión a intennet de ese domicilio se acopiaba o se distribuía dicho material, para luego determinar quienes podrían ser los autores de dicha maniobra.