La retención de servicio que encabezaron este sábado impidió utilizar las piletas de los complejos afectados, en el último fin de semana previo al inicio de las clases.
El grupo de guardavidas se atrincheró en el portón de acceso a las Termas del Ayuí, para informar a los usuarios que no podían ingresar a las piletas, porque no había ninguna seguridad.
Esta medida fue el desencadenante de una serie de reclamos que venían haciendo desde el sindicato. A mediados de febrero, los guardavidas ya habían denunciado maltrato del gobierno municipal y atraso en el pago de sueldos y viáticos. A eso le sumaron las pésimas condiciones laborales y la falta de contratos.