La obra comprende la instalación de 5.400 micromedidores, cuatro macromedidores y ocho equipos de medición móvil, lo que representa una inversión de U$D 1.442.252 dólares, a lo que se suman $152.878.760 de mano de obra.
Leonardelli aseguró que esta “es una obra trascendental que marca un punto de inflexión en el sistema de distribución y en las conexiones domiciliarias de la ciudad, en el marco de las políticas de sostenibilidad ambiental y cuidado de los recursos que impulsa el intendente Enrique Cresto”. Al respecto, explicó que “lo que hoy se produce en la planta potabilizadora, el complejo Roca y las perforaciones en funcionamiento supera ampliamente la medida promedio de litros anuales por persona que marca la OMS como óptimo, por lo que tener un mayor control de la cantidad de agua que se está utilizando permitirá regular de mejor manera el servicio”.
La funcionaria del EDOS señaló que “esta es una primera etapa, en la que además de los micromedidores tendremos cuatro macromedidores que nos van a dar una lectura en los puntos más conflictivos de la ciudad”, añadió Leonardelli. “Saber con exactitud qué cantidad de agua se consume permite que tengamos un sistema de distribución más justo. La medición tiende a restringir el derroche que es lo que sufrimos cada verano porque quien gasta de más impide que el servicio llegue a otros lugares”, enfatizó la titular del EDOS.
Los medidores se colocarán en la entrada de agua del domicilio y permiten dar cuenta de la cantidad de litros que se utilizan para detectar exceso de consumo, fugas o pérdidas y de este modo regular el consumo, establecer un precio justo y ahorrar dinero.
Por su parte, Mayda Cresto comentó que "esta obra, necesaria para el control de medición y evitar excesos, representa una continuidad de las múltiples obras que gestionó el intendente Enrique Cresto para todas las localidades entrerrianas durante su gestión al frente del ENOHSA y a las que seguimos dando avance, con su acompañamiento permanente".
Luego de explicar que el proceso licitatorio fue llevado adelante por ENOHSA, a través del programa PAys II - BID, la gerenta territorial, añadió que “la colocación de medidores tiene una doble importancia porque, por un lado, beneficia a los consumidores que utilizan el agua de manera responsable y pagarán lo que es justo por su consumo; y por otro, representa un beneficio ecológico ya que nos permitirá reconocer fugas, pérdidas o derroches en un bien escaso, vital y que hoy se ve afectado por la extensa sequía que estamos viviendo", argumentó.