Por el momento, según los registro de los grupos del SESANA, las langostas han atacado montes nativos y han comido lotes de pasturas, sin que se hayan registrado ataques a cultivos agropecuarios o citrícolas, dado que en los lugares por donde lleva el recorrido han sido de montes naturales. Los técnicos del SENASA remarcaron que este tipo de insectos no afectan al ser humano, no son transmisores de ninguna enfermedad, se alimenta solo de material vegetal. El objetivo es monitorear el recorrido de la manga para atacarla y "romperla" con la reducción de la población y que de esa manera no represente un peligro.
Por el momento, según los registro de los grupos del SESANA, las langostas han atacado montes nativos y han comido lotes de pasturas, sin que se hayan registrado ataques a cultivos agropecuarios o citrícolas, dado que en los lugares por donde lleva el recorrido han sido de montes naturales. Los técnicos del SENASA remarcaron que este tipo de insectos no afectan al ser humano, no son transmisores de ninguna enfermedad, se alimenta solo de material vegetal. El objetivo es monitorear el recorrido de la manga para atacarla y "romperla" con la reducción de la población y que de esa manera no represente un peligro.