Además, hace unos 15 días, "nos trajeron una cacatúa que - desgraciadamente - no pudimos salvar y se murió; era un ejemplar de cacatúa australiana o cacatúa carolina, que se llama", informó el guardafauna.
Tráfico y mascotismo
Alertando sobre el flagelo del tráfico ilegal de especies y los peligros del mascotismo, Cortiana contó que generalmente "nos llaman vecinos que los ven, concurrimos a los domicilios, tratamos de capturarlos y de darles un destino mejor". El guardaparque detalló que - en el caso de que los ejemplares estén "en buenas condiciones y no lastimados, se los deriva a reservas ambientales como por ejemplo Tekove Mymba, que está ubicada acá en la zona entre Colón y Concepción del Uruguay".Allí, detalló, "se los recibe, inclusive esta semana recibieron liger, que es la mezcla de tigre y león, que venían de Tucumán, si mal no recuerdo, ocho pumas también; es un lugar, un santuario que no es de acceso abierto al público sino que es justamente para tener lo mejor posible estos animales que son exóticos". En lugares como el parque San Carlos "no podemos devolverlos ya que no es una reserva ecológica sino que coordinamos con ese tipo de sitios como el de la Fundación Temaikén, allí enviamos por ejemplo hace poco más de veinte ejemplares de cardenales amarillos que rescatamos en Concordia, junto a la policía".
El objetivo - en ese caso - fue "reintroducirlos en sus respectivos hábitats porque hay un banco - al haber tan pocos a nivel mundial - que tiene un registro de los ADN de todas las familias de cardenales amarillos que existen en el mundo", remató Cortiana.