En el comunicado publicado en las redes sociales del Parque San Carlos, el funcionario dijo que, desde esa dependencia, “somos consientes del uso familiar y deportivo del parque y por lo tanto precavidos en la introducción de animales potencialmente peligrosos”.
Para ser más explícito, compartió una imagen de la crónica de Diario Río Uruguay y reclamó que “antes de publicar una noticia se consulte previamente al director del parque, a fin de evitar la desinformación y malos entendidos en la opinión pública”.
Vale remarcar que estamos totalmente de acuerdo en la necesidad de consultar a los funcionarios sobre los hechos que le competen. Lo hacemos a diario, siempre y cuando atiendan los llamados.
Es más, si el profesor Tisocco presta atención a su teléfono celular, verá que en las últimas 48 hs. tiene dos llamadas -sin atender ni devolver- realizadas desde dos teléfonos de la redacción de Diario Río Uruguay. Uno cerca del mediodía del miércoles y otro en la mañana del jueves, puntualmente a las 9,37 hs.
El objeto -justamente- era consultar sobre esta información brindada primeramente por fuentes policiales, desde donde señalaron textualmente la “liberación” del yacaré en San Carlos.
Algo que -sinceramente- no parecía un despropósito, teniendo en cuenta que el propio guardaparque Marcelo Cortiana, en una entrevista del año 2018, dijo textualmente que de este tipo de animales ya “se han capturado en la zona de San Carlos”, sobre todo cuando el río Uruguay tiene alturas dispares en sus niveles.
El mismo Cortiana afirmaba entonces que, ante los micrófonos de El Once de Paraná, que estos animales "por lo general no son agresivos”, si bien se debía tener precaución.
Pero eso fue hace cinco años. Quizás el humor social de los yacarés ha cambiando con la pandemia. Tal vez Tisocco tenga razón y los equivocados sean Cortiana y sus pares del Estero del Ibera, quienes aseveran que “es poco probable que un yacaré ataque humanos” y que incluso “estos animales tienden a escapar del hombre, porque le temen”.
8 décadas
Pero, además de aprender sobre la sensibilidad emocional de los yacarés, pretendíamos hablar con el director del Parque San Carlos para indagar si, desde esa dependencia, se había diagramado alguna acción concreta para sumarse a los festejos mundiales por los 80 AÑOS que -este jueves- cumplió la primera publicación de El Principito, la obra cumbre de Antoine de Saint-Exupéry.Huelga decir que hasta quien no leyó el libro sabe del vínculo de esa obra literaria, su autor y las mágicas lomadas del parque concordiense.
Desde nuestro humilde medio hicimos un pequeño aporte, publicando un artículo titulado “Cumple 80 años uno de los libros más leídos del mundo y cuya inspiración fue encontrada en el Parque San Carlos”.
Lamentablemente, no tuvimos una devolución de las llamadas, pero tampoco la dirección del parque dio a conocer alguna acción en ese sentido. Por lo que podemos deducir que la fecha -que fue conmemorada en distintos puntos del globo terráqueo- pasó desapercibida en la ciudad donde el escritor francés vivió por unos días. Un hecho robustecido por los estudios biográficos que afirman que esa estadía y las personas con las que interactuó, fueron determinante para el afamado libro, cuya traducción -a casi todas las lenguas- solo es superado por la biblia.
En fin, ojalá que dentro de una década -cuando se cumplan 90 años de la publicación del libro El Principito- los yacarés hostiles hayan recapacitado para entonces. Eso permitirá enfocarse en lo importante y diagramar una serie de actividades que le recuerden al mundo entero que, ese libro que se festeja, comenzó a inspirarse en nuestro parque San Carlos.
