Al respecto, explicó que “una primera maniobra consiste en que hubo un ardid, un engaño que consistió básicamente en reducir el número de socios”, dado que “la comisión directiva en cabeza de Mariano Guerrero dejó de cobrarle a todos los socios la cuota, ya que el cobrador dejó de pasar por el domicilio de todos los músicos y, de pronto, un montón de ellos se vieron fuera de la asociación”, que se dio en paralelo con “la maniobra de no dejar ingresar a nuevos socios”.
De esta manera, Gallo reconoció que “llegó un momento en el que el manejo de todo el patrimonio se hizo de manera arbitraria de un cumulo reducido de socios integrantes, que terminó con la venta a precio vil del inmueble”.
En cuanto al monto de la venta, el letrado aseguró que “se le consultó al señor Guerrero y él se negó a dar declaraciones argumentando que el escribano y el contador le habían dicho que no dijera el monto”, pero “ha trascendido que es cercano a los 12 millones y se dice que hay unas cajas de seguridad que tienen otro monto”.
No obstante, remarcó que “se trata de un inmueble que tiene algo de 700 metros cuadrados y está a media cuadra de la escuela Normal, en pleno casco céntrico de la ciudad”, por lo que “si ese es el monto por el cual se vendió, es totalmente irrisorio”.
Por otro lado, comentó que la investigación está “a cargo del fiscal José Arias, que una vez que nosotros presentamos la denuncia el jueves, ordenó que el viernes se realizaran dos allanamientos, uno en la casa del señor Guerrero y otro en la nueva sede de la Asociación de Músicos, que se alquila y no tiene instrumentos ni mobiliario en su interior, solamente un cartel que dice que se realiza pedicura adentro”.
En relación a ese detalle, Gallo consideró que “puede tener un tono gracioso, pero da la sensación de que han desmantelado la asociación y si bien en cuantía dineraria es menor, tampoco se conoce el destino de todos los instrumentos y el mobiliario que había dentro de la asociación”, sobre los que “hay declaraciones informales por parte de algunos vecinos que se sacaron” del edificio en alguna oportunidad.
Debido a la dudosa maniobra de venta, el abogado remarcó que “nosotros entendemos que también puede haber una asociación ilícita con respecto a la compradora, atendiendo que, según lo trascendido, el monto es irrisorio y que el objetivo de esta venta fue desmantelar o aniquilar la asociación”.
Parte compradora
Dicho esto, indicó que “la supuesta compradora es una SAS que se llama Infinet, que tiene domicilio fiscal en la ciudad de Mercedes, Corrientes, cuyo gerente, o persona que supuestamente realizó la compra, sería de nombre Schmidt”, pero “todo eso es materia de investigación y, como nosotros entendimos que hay dos etapas de un delito que tiene un único objetivo, es que denunciamos a ambas partes, según la nota periodística”, escrita por el periodista Federico Odorisio, que sacó a la luz el hecho.Por otro lado, apuntó que “quienes denunciaron, los músicos, nunca pudieron tener contacto con lo que son los estatutos”, pero “hace poco vinieron dos hijos de uno de los fundadores y nos acercaron un documento que se hizo a los 50 años de la asociación, en donde se cuenta un poco cómo fue la adquisición del inmueble y entiendo que también hubo un obstáculo en cuanto a la venta”.
Además, destacó que “se han sumado nuevos testigos a la causa”, ya que “nosotros presentamos la denuncia con 8 testimonios de jóvenes que habían querido asociarse y Guerrero les dijo que no”, pero “ahora se sumaron nuevos testigos a raíz de las notas periodísticas”, quienes “también tienen sus testimonios para aportar”.
Historia
Entre otras cosas, Gallo manifestó que “producto de esta denuncia, uno se interioriza sobre lo que fue la asociación", la cual "se generó porque dos músicos de Concordia se habían enfermado y el resto de los músicos de la comunidad decidieron hacer algo al respecto, por lo que se formó la asociación mutual en la que todos aportaban a los efectos de que, si uno se enfermaba o tenía alguna contingencia, ellos podrían brindar ayuda”.Dicho esto, subrayó que “más allá de lo penal, desde el lado concordiense y humano, uno se pregunta cómo un grupo de personas dilapida el patrimonio de un día para el otro”, por lo que “la esperanza es el objetivo de todo esto y ojalá se pueda restituir ese inmueble”, ya que “los músicos que se han quedado sin su sede buscan recuperarla”.
Finalmente, alentó a que “cualquier músico que haya tenido esta contingencia de que no lo hayan dejado ingresar y demás, se puede dirigir a Fiscalía o contactarme a mí y lo sumamos como testigo”, porque “sabemos que son muchísimos”.