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Durante décadas, el trazado del autódromo Ciudad de Concordia contó con sus carreras en sentido antihorario. En aquella histórica pista de 2.500 metros, que luego tuvo una extensión a mediados de los años ochenta, en más de medio kilómetro.

Allí, se largaba en el sector opuesto a donde actualmente están los boxes, más precisamente en cercanías al camino de ingreso a la Tortuga Alegre, desde donde los autos aceleraban con sus trompas en sentido de Oeste a Este, en dirección hacia el río Uruguay.

Con ese primitivo circuito, la antigua categoría del TC 200 llegaba en el año 1989, con un Juan María Traverso al mando de la histórica coupé Renault Fuego negra, con la que se impuso en la pista y fue el primero en llegar a la bandera a cuadros.
Lamentablemente, ya en los boxes sería desclasificado en la verificación técnica, junto a Miguel Ángel Guerra y Ernesto Bessone (h), entre otros pilotos.

Tres años después, el autódromo de Concordia fue concesionado y la empresa adjudicada amplió la pista a 3.120 metros, e hizo una serie de modificaciones, que incluían nuevas instalaciones de boxes (ubicadas en el sector opuesto al original) y con el recorrido en sentido horario, en dirección contraria a como se venía corriendo.

Así, el 22 de noviembre de 1992, se disputó la carrera de TC2000 en donde Traverso consiguió el triunfo tras una disputa con René Zanatta, a quien superó sobre los metros finales; esta jornada no fue de festejo para el piloto de Ramallo ni la categoría, debido al fallecimiento de Roberto Mouras en la carrera de Turismo Carretera en Lobos.

Más allá de aquella descalificación de 1989, el piloto que logró seis campeonatos de TC2000, tenía el galardón exclusivo de -al menos en el TC 200- haber ganado una carrera en ambas direcciones de la pista.