Jonathan era padre de una nenita que hace unos días cumplió 2 añitos, y era una pieza clave en el planteo táctico de un club que se prepara para disputar la máxima categoría del fútbol concordiense. Su inesperada muerte causó una conmoción en la localidad por tratarse de una persona muy querida, joven y comprometida con el deporte local.
Hace unos días el joven había manifestado en las redes sociales su malestar por un grano que le había salido en la cara, y por el cual había concurrido al médico, y se estaba haciendo tratar con antibióticos.