Si bien la ausencia de deportistas locales en la cumbre máxima del deporte es algo esperable, debido a que apenas tres locales han llegado a la gran cita en toda su historia, la doble presencia en Río 2016 de Federico Bruno en maratón y Leandro Blanc en boxeo, elevaron el listón moral y varios fueron los concordienses del deporte ciudadano que tuvieron proyección olímpica, a pesar de la pandemia que pospuso por un año la concreción del evento en oriente. De cara a los próximos Juegos Olímpicos dentro de tres años en París, la esperanza y el deseo de ver conciudadanos alumbrados por el fuego de la antorcha y compitiendo entre la elite mundial es aun mayor a la generada hasta hace pocos días atrás.
Federico Bruno: el futuro en sus pies
Si el análisis se hiciera por cercanía temporal, es Federico Bruno quien tuvo las mayores chances de clasificar. El corredor vivió un año 2021 de ensueño, donde batió tres veces su record argentino en los 1500 metros pero a pesar de tamaña gesta, vio esfumarse su chance olímpica por un puñado de centésimas. Cuando el mundo se paró en marzo del año pasado, Bruno entrenó poco durante la cuarentena estricta y no fue sino hasta inicios del 2021 que los consejos de sus “padres deportivos” Nancy Gallo y Enrique Costa le despertaron el animal competitivo que lleva adentro. Lo que vino después es historia conocida pero no por ello digna de omitir. El 20 de marzo, corrió a 3’41”80 en Montevideo como para ir recuperando sensaciones y seis días más tarde, en el Gran Prix de Concepción del Uruguay, bajó su propio record del año 2015 al marcar un crono de 3’38”23.
En su segundo hogar, la pista del Polideportivo, Bruno batió el record nacional de la milla (1,609 km) el 31 de marzo al correr por debajo de los 4 minutos (3’59”27) y el día 9 de abril, en el Campeonato Argentino de Atletismo de Concepción del Uruguay se colgó el oro y volvió a superarse a sí mismo, al bajar su record nuevamente con 3’38”21. En el Sudamericano de Guayaquil, el 29 de mayo, ganó la medalla de plata con un tiempo de 3’38”25 y partió a Europa a jugar sus últimas chances olímpicas en el viejo continente.
La pista del complejo Deportivo Gaeta Huguet de Castellón, España, fue testigo de un nuevo record nacional de Bruno. El concordiense, que participó de la final B el día 29 de junio, volvió a inscribir su nombre como el más rápido de la Argentina sobre los 1500 metros. Los 3’36”21 no alcanzaron por poco la marca mínima para clasificar directo a Tokio (3’35”00) y quedó posicionado en el puesto 47 del ranking sobre los 45 que van directo a Japón. Sin deserciones de otros atletas clasificados delante de él, la chance de volver a ser olímpico se le escurrió a Bruno como arena entre los dedos.
Ni batiendo tres veces el record nacional le alcanzó para llegar a los Juegos Olímpicos, lo cual habla a las claras del altísimo nivel de la elite mundial. Fueron centésimas las que privaron al mejor atleta del país de ser parte del mayor evento deportivo del mundo. Curtido en mil batallas a pesar de sus jóvenes 28 años, París 2024 ya aparece en su horizonte. El futuro está en sus manos, o en sus pies.
Tomás Tisocco: con la mira puesta en París.
Otro de los deportistas concordienses que tuvo chances de acceder a Tokio fue Tomás Tisocco. En la modalidad de arco recurvo, fue parte del Campeonato Panamericano de Tiro con arco en Monterrey, México, disputado en el mes de marzo. El arquero local comentó a Diario Río Uruguay entonces que “la competencia estuvo bien, el poder ir ya es un logro teniendo en cuenta la pandemia que estamos viviendo. En la primera ronda tuve un nivel muy alto pero después cometí un par de errores que me dejaron afuera. No hubo competencias previas, fue apostar por un lineamiento y ver qué resultados daba.”Cursando el último año de la carrera de Ingeniería Eléctrica en la UTN Concordia, Tisocco proyecta su futuro inmediato en los Juegos Odesur y los Juegos Universitarios de 2022. Acumular experiencias en todos los certámenes en donde compita será la tarea para, ahí sí, calibrar bien la puntería y sacar pasaje para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Santiago Mayol: el futuro llegó, hace rato.
Con participación en dos torneos mundiales, Santiago Mayol es un gimnasta del seleccionado argentino que vive y entrena en Concordia, pero que viaja por el mundo representando al país con apenas 22 años de edad. Amigo y admirador de Osvaldo Martínez Erazun, tal vez uno de los mejores deportistas que dio la ciudad en toda su historia, Mayol estuvo cerca de clasificar a Tokio 2020. En el Campeonato Panamericano de Gimnasia Artística realizado a inicios de junio en Río de Janeiro, fue integrante del equipo nacional que ocupó la cuarta posición por detrás de Brasil, Estados Unidos y Colombia bajo la conducción de otro concordiense, el entrenador Guillermo Avio.El evento en tierras brasileñas no alcanzó para sacar boleto a Japón pero fue la confirmación de Mayol como uno de los mejores gimnastas del continente al ganar la medalla dorada en arzones, el bronce en barra fija y un octavo puesto en paralelas. Con todos los certámenes por venir de acá a tres años, París 2024 es la meta máxima de este gimnasta, uno de los atletas de mejor proyección olímpica de la región.
Lucas Robertone: buscando nuevos horizontes
El último deportista local que estuvo cerca de ir a Tokio fue el futbolista Lucas Robertone. Citado por el entrenador de la Sub 23, Fernando Batista, el ex futbolista de Vélez Sarsfield y actualmente en el Almería de España, estuvo entrenando con todo el plantel en la preselección pero finalmente no pasó del corte final de 22 jugadores que el técnico decidió llevar a Japón. Por cuestiones de edad, Robertone ya no contará en el futuro con chances de ir a un Juego Olímpico a excepción de que sea convocado en algún otro como uno de los cupos de mayores de 23 años que se permiten. Desechada por parte de su club una opción de pasar a préstamo al River de Gallardo, el devenir del jugador concordiense pasa ahora por dar el salto a un club más grande en Europa y acrecentar su carrera para tener revancha con el seleccionado en el nivel de mayores.
La pandemia atrasó la concreción de Tokio 2020 y por ende acortó el siguiente ciclo olímpico. París 2024 está a solo tres años de distancia. Los sueños de los atletas concordienses comienzan a gestarse en las pistas, los gimnasios, los campos de tiro o en cualquier lugar donde un oriundo de la ciudad ponga sus objetivos en marcha. Ojalá que la siguiente cita los encuentre iluminados por el fuego de la llama de un nuevo Juego Olímpico.