En su primer participación en una competencia de 24 horas y conociendo el auto a medida que pasaban las vueltas, el concordiense José Luis Talermann, culminó en la quinta posición en su clase y fue decimosegundo en la general en las 24 horas Paul Ricard. Allí el piloto de Concordia compitió a bordo del Porsche 991 cup nº 51 del equipo austríaco MSG Motorsport, compartiendo la conducción del auto alemán junto a los pilotos Stephen Borness (Australia), Fabian Engel (Alemania), Adrian Watt (Inglaterra) y Luca Rettembacher (Austria).

Luego de haber tenido la fortuna de ser el encargado de iniciar la carrera, José Luis venía haciendo un gran trabajo con el Porsche hasta que un rival chocó contra los muñecos de goma que marcan los límites de la pista y de rebote una de las gomas impactó sobre la trompa del auto del argentino, dañando el radiador y obligándolo a ingresar a boxes para reparar el auto.

Pasaron más de 30 minutos y varias vueltas para que el Porsche n° 51 pueda retomar la competencia en la posición 58. Comenzaba un nuevo desafío, remontar la mayor cantidad de posiciones como sea posible y conservar de la mejor manera el auto para llegar al final de la disputa. Es así que, luego de un gran trabajo de cada uno de los conductores en sus respectivas salidas, lograron avanzar hasta el 12º puesto de la general y el 5º en su categoría.

"Realmente es muy difícil de explicar todo lo que se vive en una competencia de este tipo. Tuve la suerte de ser quien largue la competencia, algo que es una experiencia única. Pude hacer el mejor registro en carrera para nuestro auto y a medida que iban pasando las vueltas iba tomando más confianza", comentó José Luis al promediar la competencia.

Al respecto de las sensaciones sobre correr de noche, Talermann explicó: "Correr de noche es un sueño, te genera una adrenalina muy particular, es algo completamente diferente, ver un Mercedes SLS o una Ferrari haciéndote señas de luces o poniéndose a la par, es algo increíble".

La competencia fue ganada por el Mercedes SLS n° 30 prácticamente de punta a punta, mientras que en la clase 997, quién se llevó la victoria fue el Porsche n° 17 del Ruffer Racing.

"Estoy muy feliz de haber vivido esta experiencia, dormí dos horas y media, porque me obligaron, realmente, con la adrenalina que te genera este tipo de competencias, podes pasar las 24 horas sin pegar un ojo", concluyó el argentino que el día martes estará regresando al país a la espera de un nuevo desafío a nivel europeo.