La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) subrayó que, de no poder garantizarlo, "se deben suspender las clases".
Obras
“Reiteramos una vez más nuestra exigencia a las máximas autoridades para que de forma urgente aseguren las obras, servicios y partidas necesarias para que no haya una sola escuela entrerriana convertida en lugar de hacinamiento, suspendiendo total o parcialmente el dictado de las clases allí donde la realidad edilicia lo demande en este contexto excepcional”, expuso el gremio en un documento.Afirmó además que, tras visitar durante la semana escuelas urbanas y rurales, se detectaron “establecimientos que cuentan con instalaciones eléctricas viejas, baños fuera de servicio, techos y aberturas que requieren refacciones urgentes, patios y pasillos sin previsión de sombra, ausencia de ventilación, etc”.
A esto se suma que “una importante cantidad de estudiantes deben trasladarse desde y hacia sus hogares caminando o en bicicleta en horas del mediodía, así como docentes que esperan y viajan a dedo por los caminos rurales del departamento ante la falta de transporte público y el tope en la compensación por traslado, todo bajo el agobiante efecto de una ola de calor que llega a poner en riesgo sus propias vidas”.
“Nadie quiere hoy más que la docencia que las escuelas estén llenas de estudiantes pero queremos que esta presencialidad se dé en condiciones adecuadas para que niñas, niños y adolescentes puedan aprender sin poner en riesgo su salud, condiciones que –como ya señalamos– no están dadas en la mayoría de los establecimientos”, remarcó Agmer Uruguay.