El equipo de científicos presentó recientemente en Rosario, Santa Fe, un dispositivo tecnológico destinado a la rehabilitación de pacientes con secuelas motoras de los miembros superiores, provocados por accidentes cerebro vasculares (ACV).

El equipamiento es el resultado del trabajo conjunto de profesionales de la Fundación Rosarina de Neuro Rehabilitación (FNR) y bioingenieros de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER)

“No es simplemente una tecnología para sustituir la función perdida por el paciente, sino que es una herramienta para mejorar la recuperación del mismo”, explicó Carlos Ballario, director médico de la FNR.

El especialista agregó que el dispositivo "tiene la capacidad de generar o remodelar redes neuronales en las zonas vecinas a la lesión, lo que permite a los pacientes que han sufrido un ACV recuperar al menos, en parte, la función perdida”.

Para lograrlo opera con una tecnología capaz de captar una actividad eléctrica cerebral que, mediante una computadora, la convierte en un comando específico que ayuda a rehabilitar la función perdida por quien ha padecido un ACV.

“La actividad eléctrica cerebral que se va a captar está planeada, es decir que uno entrena a la persona para que piense en algo, y ese pensamiento puntual es capaz de generar una actividad eléctrica que la computadora capta y la convierte a un comando”, detalló Ballario.

Entonces "un brazo paralizado en una persona que ha padecido un ACV puede contraer algunos de esos músculos paralizados por intermedio de esta interface”, ejemplificó el médico en declaraciones a la agencia Telam.

Además, el profesional señaló a Télam que todos los pacientes que ingresen en este programa de investigación “van a recibir todo el tratamiento en forma absolutamente gratuita con la idea a futuro de extenderlo a una población mucho más amplia".

No obstante, advirtió que no todas las personas que hayan tenido un accidente cerebro vascular podrán recibir el tratamiento, ya que para eso deberán cumplir con una serie de requisitos.

“El paciente tiene que tener algunas condiciones: un intelecto medianamente preservado, comprender el entrenamiento que va a recibir; además tiene que tener capacidad visual, porque cuando se lo entrena tiene que ver si está entrenando correctamente”.

En ese marco, el decano de la Facultad de Ingeniería de UNER, Gabriel Gentiletti, mostró su entusiasmo porque los primeros resultados de esta nueva adaptación de tecnologías para la rehabilitación “son muy alentadores”.

“Queremos ver a qué nivel llegamos en la rehabilitación de los pacientes y lo que estamos haciendo es montar las primeras partes de la investigación con algunas experiencias previas, con pacientes que nos dieron resultados muy alentadores, pero la idea es llevarlo a un estudio con más casos”, sostuvo.

 

En tanto, la directora del Laboratorio de Ingeniería en Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares y Sensoriales, Carolina Tabernig, contó a Télam que el proyecto, que se inició en febrero de este año, hoy “resulta una experiencia muy rica".

“Todos estamos creciendo, aprendiendo y llevando la frontera de la terapia de rehabilitación al grado de nivel mundial, donde hay pocos grupos trabajando en esto y los que están trabajando lo hacen en algo muy parecido a lo que estamos haciendo nosotros”, completó.