Tras ello, la directiva de la UNER aseguró que “no esperábamos menos, porque es un tema que nos une a todos el reclamo, la defensa a la educación pública en todos sus niveles, entendiendo que es con educación que salimos o podemos lograr resolver muchos de los problemas que tenemos en nuestro país y que es la forma de igualarnos y reducir la brecha que existe entre los que más y menos tienen”.
Entre otras cosas, Zapata mencionó que “uno de nuestros pedidos en la marcha de este miércoles fue el ‘no’ al veto de la Ley de Financiamiento Universitario”, por lo que “nuestro segundo pedido, en caso de que sucediera el veto, era a nuestros diputados de que defiendan esta ley, porque implica recomponer el presupuesto universitario y tener previsibilidad en la ejecución presupuestaria de este año”.
Impacto
En cuanto a los impactos de la medida, comentó que “son múltiples”, pero “uno de los primeros tiene que ver con los salarios del personal docente y no docente, que hoy están bajísimos”, ya que “en promedio, en el país han tenido una pérdida salarial del orden del 50%”, motivo por el que “nuestros profesionales, tanto docentes como no docentes, se nos están yendo en la búsqueda de poder cubrir sus necesidades básicas, porque sus salarios están por debajo de la línea de pobreza”.Según sus palabras, esta situación “impacta en las actividades académicas, ya que formar docentes universitarios lleva muchos años y si se nos van, son asignaturas para las que hay que salir a buscar nuevos profesionales”, por lo que “a la corta impacta en la calidad académica de las distintas carreras”.
Asimismo, se ve reflejado en la labor de “los investigadores”, dado que “se está viendo que son muchos los docentes investigadores que se desempeñan en las universidades y los desarrollos se ven muy limitados”. Además, destacó que “nuestros profesionales tienen ofertas del exterior para ir a trabajar y algunos ya se nos han ido, porque son muy buenos investigadores profesionales y hay líneas de investigación que estaban fortalecidas y en muy poco tiempo se vieron debilitadas”.
Por otro lado, también se ve afectada “la presencia de la universidad en el territorio, especialmente en los sectores más postergados, donde nuestra facultad tiene muchísimas acciones en los distintos barrios, en comedores y organizaciones sociales; más que nada con nuestra escuela secundaria”.
Consecuencias
Consultada sobre lo que podría ocurrir en el caso de que sucediera el veto, Zapata mencionó que “en el caso de la escuela secundaria, esperamos poder mantener a los docentes que nos costó mucho formar”, pero “después hay aspectos del gasto diario que hoy son difíciles de sostener, como el comedor, para el que nuestra universidad está haciendo un esfuerzo enorme, ya que al ser una escuela de jornada completa, nosotros tenemos el servicio de desayuno, almuerzo y merienda para los chicos, que realmente lo necesitan por las características propias de la población de la escuela”.En el caso de la facultad, apuntó que “uno trata de priorizar aspectos vinculados al bienestar estudiantil, que cada vez son más difíciles de mantener”, como en el caso de las becas estudiantiles que brinda la universidad, para las que “se hace un esfuerzo enorme por sostenerlas”, ya que “con ellas los alumnos pagan su colectivo y los materiales que utilizan”.
Sin embargo, subrayó que “esto afecta a todo el funcionamiento de la facultad, ya que tiene que ver con reactivos, dispositivos electrónicos, informáticos y muchos otros que hacen a la calidad académica y al desarrollo de cada asignatura”.
Debido a esto, aseguró que “son sensaciones encontradas” las que dejó la marcha de este miércoles respecto a la situación que enfrenta la educación pública, pero reconoció que “nosotros tenemos la esperanza de que nuestros legisladores nos acompañen”, ya que “esto trasciende el presupuesto y se trata del futuro de los jóvenes y la esperanza de familias, sobre todo de aquellas más postergadas”.