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En diálogo con el programa “Tarea Fina” de Radio Ciudadana, la profesora Mariana Acosta, una de las docentes a cargo del Aula Agroecológica, explicó que "tras el trabajo que venimos desarrollando en el proyecto hace 5 años", en estos díaas "hemos llegado a un punto en donde no se acepta al proyecto tal cual es, tal como lo planificamos y como el grupo de familias que integra la comisión de padres lo necesita". Con la gravedad de que "si no se resuelve -la situación actual- no queda otra manera que cerrarla para el ciclo 2024”.

Al respecto, Mariana mencionó que el proyecto del aula “ya está reescrito como 10 veces” y actualmente se enfrentan a la problemática de que “no vamos a poder certificar a los estudiantes, si la escuela no tiene la aprobación del Consejo General de Educación”.
El aula y sus proyectos
Desde sus inicios, hace 5 años, el Aula Agroecológica se presentó con “la posibilidad de estar integrando una nueva forma de gestión, que serían las escuelas comunitarias”, que se ubicarían en “una sección intermedia entre la escuela pública y la escuela privada”.

Según las palabras de Mariana, la iniciativa partió de “un proyecto que venía de nación y que quedó en la nada”, motivo por el que “nos hicieron reformular el proyecto y volver a escuela privada”, que consideró como un concepto lejano a lo que implica el aula.

“El problema es que, en Entre Ríos no están legalmente formalizadas estas escuelas. Existen las de gestión social cooperativa, pero no están normadas como tal, sino que están dentro del ámbito de las privadas. Nosotros, por otra parte, planteamos algunas cuestiones que sí están en la normativa, pero que no se aceptan cuando se plantean en un proyecto”, indicó.
Entre los proyectos que se presentaron con el objetivo de regular las actividades del aula, Mariana comentó que “uno quedó trabado en la Dirección de Escuelas Privadas, porque no cumple con la reglamentación que exige Arquitectura de la provincia”, teniendo en cuenta que “está construida en adobe y madera, además de no contar con los servicios y no puede ser habilitada como espacio educativo”.

Debido a esto, a fines del 2022 surgió “la posibilidad de funcionar como el anexo de una escuela, dentro de lo que sería la gestión pública”, apuntó. Mariana subrayó que “lo trabajamos, volvimos a hacer un proyecto y tenemos una escuela de la que seríamos administrativamente dependientes, pero se requiere que los chicos vayan a la escuela titular y nosotros seríamos una especie de taller extracurricular”.

No obstante, comentó que la situación no planteaba un escenario ideal para la institución, dado que “tenemos un grupo de familias que tienen chicos particulares que los ponen en cierta vulnerabilidad psicológica, motivo por el que elegimos un proyecto alternativo que no hay dentro de la oferta escolar que tiene la ciudad de Concordia”.
Alumnos
Por lo pronto, indicó que “hemos logrado un acuerdo con las autoridades locales y los chicos, hasta este año, pueden certificar bajo el convenio que tenemos con la escuela”, sin embargo “no estarán cubiertos para el 2024”, por lo que “deberán buscar otras escuelas”.
Servicios
Sobre los servicios, que “imposibilitan la aprobación del proyecto”, Mariana manifestó que “desde que iniciamos con la construcción de este espacio no pudimos lograr que CTM nos facilitara el acceso a la conexión”, porque “ellos mismos no querían que nosotros construyéramos ahí el aula y, por esta cuestión, no tenemos los servicios”.

A pesar de esto, aclaró que “tenemos luz solar y colectamos agua de lluvia, porque es un espacio ecológico, pero no tenemos los servicios como lo pide la normativa”.
Cómo seguirá
Finalmente, detalló que “hay un grupo de chicos que tienen la posibilidad de cambiarse de escuelas y seguir” con su educación, sin embargo “hay otro grupo que no cuenta con esa posibilidad y por ellos tenemos la necesidad de seguir con el proyecto, pero todavía no sabemos cómo se va a configurar -el aula- con las nuevas autoridades”.