La definición no sólo era esperada desde el punto de vista educativo por docentes y alumnos, sino también por los padres, para organizar y programar las vacaciones de verano.
Más temprano, Sileoni había dicho que "la propuesta de comenzar las clases el 2 de marzo es razonable", aunque había aclarado que había distintas propuestas, como adelantar el inicio del calendario escolar a fines de febrero o llevarlo a mediados de marzo.