Pero más allá de la modernización, se encargó de subrayar la importancia de la escuela de “los viejos operadores, quienes tenían que tirar las tandas con casette, con cinta abierta, con discos", concluyendo en que "era impresionante lo que hacían”.
Según sus palabras, presenciar a uno de aquellos operadores de la vieja LT 15 fue “el momento en el que decidí ser operador”, dado que, en aquel entonces, “tenían 3 caseteras, con 10 casettes para tirar la tanda”, a diferencia de los días modernos, que “con un botón se puede hacer eso”.
Por otro lado, reconoció que la labor de un operador de radio consiste en “cosas que no se ven”, como por ejemplo “en una cobertura como la de las elecciones, en donde tenes que sacar móviles por todos lados o las transmisiones deportivas, en donde se necesita un operador exterior mandando señal y uno en el comando central tomándola”.
Sin dejar de apuntar que, a la par, el operador probablemente esté “grabando una entrevista, cortando audios, controlando los volúmenes” y, en muchas ocasiones, “también cumple el rol del productor”, explicó.
Fue allí donde subrayó uno de los requisitos ineludibles: "la puntualidad. Porque el operador no puede faltar y no puede llegar tarde. Es como el DJ de la fiesta; es el primero que llega y el último que se va”.
Primer contacto con la operación técnica
En su caso particular, Carlos recordó que “cuando yo entré a la AM y vi a un operador en acción, fue más fantástico que ví”. Destacando “la atención que se debía tener y la coordinación”, para realizar tal actividad.Citando una frase de una colega, Carlos destacó que “lo importante para un operador es estar atento”, porque “cuando estas operando, te pueden pasar 20.000 cosas alrededor, pero tenes que estar listo para cualquier situación, para cualquier eventualidad”.
Para concluir, sintetizó que "un operador no sale al aire, pero es el que hace que todo el resto si salga al aire”.