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Kissinger , recibido por el entonces presidente Videla
Durante los años setenta, entre otras cosas, Kissinger alentó, avaló, justificó y aplaudió las violentas dictaduras latinoamericanas, en especial por su destacado papel en la Operación Cóndor para reprimir a militantes políticos, sociales, sindicales y estudiantiles de cualquier nacionalidad sin fronteras de contención.

En aquel entonces, Henry mostró cierto interés por la prensa entrerriana, por lo que el 28 de enero de 1974 solicitó referencias de una empresa denominada Editora Entrerriana del Oeste SA, con domicilio en calle Cura Álvarez 200 de Paraná, que acababa de solicitar un seguro de crédito por 58 mil dólares para la compra de dos máquinas impresoras de diarios. En el cable se indicaba también que los garantes propuestos por la firma eran Gualberto Joaquín Garamendy, “Roberto Demetria Lenerani” (sic) y Juan José Echeverría, todos ellos oriundos de Concordia.

Lo que estaba gestándose a través de esa firma era un periódico que saldría a competir con El Diario en Paraná, cuyo propósito era que influyera en los sectores populares, con preponderancia en el tratamiento de temas locales, amplio despliegue de las acciones de gobierno, desarrollo de los reclamos barriales y un toque sensacionalista en los hechos políticos. El Día, así se llamaría, pretendía erigirse en un sostén del gobierno peronista de Enrique Tomás Cresto.

La respuesta al pedido de información llegó el 11 de febrero, a través de un cable firmado por el embajador Hill, donde señalaba que la empresa no era conocida entre el empresariado local y que no se encontraba en la dirección consignada en Paraná. Pero en un segundo cable, fechado el 18 de marzo, se dejó constancia de que “Editora Entrerriana del Oeste publica un diario en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos. Esto explica por qué las consultas en Paraná no tuvieron éxito” y agrega que se está tratando de recabar mayor información sobre la empresa y los garantes, para lo cual solicita un plazo de entre siete y diez días.

El informe completo finalmente fue remitido a la Secretaría de Estado el 4 de abril, aclarando el motivo de la “confusión” en que incurrió un tal “Dun & Bradstreet”, a quien atribuye la recolección de la información. El informe señala que la empresa fue creada el 15 de enero de 1974 y todavía no había iniciado sus actividades, pero que “dos de sus cuatro directores integran también Editora Entrerriana del Este. Ambas empresas se encuentran en la provincia de Entre Ríos. Esta última edita un periódico en Concordia y al parecer planea publicar otro en Paraná”. Se indica además que la nueva empresa “tiene un capital de un millón de pesos”, que “los directores, que fueran propuestos como garantes, son miembros reconocidos entre las comunidades empresarias y de profesionales” y que “Juan José Echeverría es director del Banco de Entre Ríos en Paraná”. El cable concluye que “la Embajada no tiene objeciones a la consideración favorable por parte de Eximbank”.

La redacción de El Día se instaló en una casa de calle Urquiza 1249, a una cuadra de El Diario. Allí estaba la Redacción, Administración y la planta impresora. El plantel de periodistas comenzó a integrarse hacia fines de 1974. Estaba compuesto por jóvenes que no superaban los 30 años, en su mayoría afines a la izquierda peronista. Un periodista que trabajó en El Día recordó que Cresto recomendó a Garamendy el nombre de José E. Morelli para que sea director y a Luis Marcos Montaldi como subdirector.

Los canillitas vocearon por primera vez El Día el 12 de febrero de 1975. Nació como hermano menor de El Sol, que se editaba en Concordia, y pertenecía al mismo grupo empresario. El diario ostentaba un novedoso formato tabloide y hacía gala de una buena calidad de impresión que le daba el sistema offset de la máquina adquirida en Estados Unidos. En la primera editorial, publicada en tapa, se indicaba que “un diario es un servicio que se presta a la comunidad para mantenerla informada, para permitirle ir conformando esa expresión de las mayorías silenciosas que se llama opinión pública”. En aquella declaración de principios el diario se presumía independiente y exento de “pasionismo ciego y sectario”.

El diario llegó a tirar 25 mil ejemplares los domingos, pero el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 significó un cimbronazo fuerte para la empresa que lo sostenía.

Raúl Rossi, director periodístico, y Antonio Fiorotto, secretario de Redacción, fueron detenidos en la sede del diario por efectivos del Ejército. De allí también se llevaron a Morelli. Del mismo modo fueron ilegalmente apresados Garamendy y Echeverría, cuyos nombres aparecieron unos días después en el listado de personas detenidas a disposición del Poder Ejecutivo.

No pocos vieron en esa maniobra la mano de Arturo J. Etchevehere, director de El Diario y hombre fuerte de la Asociación de Diarios Entrerrianos (ADDE). Eso quedó en evidencia por el hecho de que ningún representante de la entidad pidió a los militares por la situación de El Día.

Como no podía ser de otra manera, El Día se editó por última vez el 27 de octubre de 1976.

(*) Este artículo fue publicado originalmente el 28 de agosto de 2014 en la Revista Análisis.
Fuente: Página Judicial