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Los apostadores se fueron a "la Oro".
El presidente de la Asociación de Agencieros, Guillermo Bizzotto, explicó que como no tienen competencia “están levantando todo ellos”.

“Todos los agencieros de la provincia se están enterando de que, al no poder trabajar, el cliente habitual está jugando a la clandestina”, detalló el dirigente de la Asociación de Agentes Oficiales del Iafas de Entre Ríos (Aaoier), entidad que agrupa a las agencias oficiales de Entre Ríos.
La Oro
Con la suspensión de los sorteos en la provincia, y en otros lugares del país, los pálpitos de los apostadores se dirigen a la quiniela de la República Oriental del Uruguay, conocida como “la Oro” que tiene dos ediciones: una vespertina y otra nocturna.

Bizzotto recalcó que esta conducta se observa “más acentuada” en localidades ubicadas a la vera del río Uruguay. Además, consignó que detrás de la operación están “banqueros históricos” del juego clandestino y que hasta el inicio de la cuarentena tenían su nicho restringido al primer sorteo de “la Oro”, para el cual las agencias oficiales no tomaban apuestas.

En estos momentos “como no tienen competencia, están levantando todo ellos”, apuntó el presidente de la Asociación. Subrayando que “el jugador juega donde hay oferta”.

“Hay muchos que apostaban oficial por una cuestión de tranquilidad (en el cobro) y que hoy, al no tener la oferta oficial, se fueron a la clandestina”, detalló el titular de la institución.
¿Vuelve?
Fuentes oficiales confirmaron que en una reciente reunión, en la que el gobernador Gustavo Bordet recibió a referentes de la oposición, el mandatario expresó su preocupación sobre esta temática y dejó de manifiesto su intención de reabrir pronto las agencias oficiales.

Las intenciones de las autoridades provinciales chocan, sin embargo, contra el escollo de la vinculación que tiene el sistema de juego de Entre Ríos con el de otras provincias, como el de Santa Fe, donde se sortea el Quini 6, uno de los juegos favoritos de los apostadores y cuyo movimiento económico amortiza muchos de los costos de funcionamiento del sistema de agencias y la estructura misma del IAFAS.
Fuente: APF