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El tío del joven Alberto Van Dembrouch de Jubileo, que falleció tras sufrir un accidente vial expresó su “agradecimiento a todos los que estuvieron presentes de una u otra manera antes está irreparable pérdida.

Desde el momento del accidente nos sentimos siempre muy contenidos y apoyados, gracias a los vecinos que auxiliaron en el momento del accidente, gracias al rápido accionar del rescate a la ambulancia del hospital de San Salvador, gracias a la contención de los médicos y enfermeros del hospital Masvernat, familiares, amigos, comunidad de Jubileo.

No podemos decir lo mismo de la fiscal a cargo de la causa, la verdad lamentable el manoseo que sufrimos para poder retirar el cuerpo de mi sobrino fallecido.

Le digo a la señora fiscal de la causa, realmente era necesario llevar adelante el protocolo de la autopsia, cuando mi sobrino estuvo 13 días en el mismo estado que lo levantamos del accidente, monitoreado y vigilado constantemente por médicos y teniendo registro de todo sus estados, estando nosotros al tanto de su situación.

Le consulto también porque realmente no entiendo los tiempos de la Justicia, mi sobrino falleció el domingo 16 de febrero a las 18 horas, en ese momento yo estando en Jubileo viajo a Concordia donde se encontraba mi hermano ya con la idea de trasladar el cuerpo para su correspondiente velatorio, vaya sorpresa nos atiende el medico policial y nos dice que el cuerpo quedará a disposición de la fiscal para realizarle la correspondiente autopsia como lo indica el protocolo, que la misma se realizaría a las 7 de la mañana del día lunes 17 en la morgue judicial, a su vez la familia era notificada en Jubileo por la policía de que la misma se realizaría en el hospital Felipe Heras, la cual firma mi hermana que se encontraba en Jubileo.

A la mañana del lunes salimos con mi hermano el papá de Tito, y un amigo para Concordia llegando 7:30 a la morgue y vaya sorpresa no sabían nada y nadie había llevado ningún cuerpo. Entonces nos dirigimos al hospital Masvernat para ver qué pasaba y al consultarles al policía de seguridad nos dice que el cuerpo esta acá, todavía no lo vinieron a buscar y nadie autorizó nada, entonces yo le pregunto quién es el fiscal a cargo y me respondió que no tenía idea.

Entonces ante la impotencia comenzamos a comunicarnos nosotros con Amigos que empezaron a mover un poco uno para agilizar el traslado del cuerpo a la morgue, hasta tuvimos que llamar nosotros a los bomberos a ver si venían a buscar el cuerpo y nadie sabía nada.
Seguro señora fiscal de haber sido un familiar suyo el mismo domingo aceleraba todo.

Pero eso no es todo seguíamos esperando hasta que por un amigo logramos contactarnos con una persona que no voy a dar nombres pero si movió para agilizar el tema.

Una vez que pudimos retirar el cuerpo del hospital para todo esto ya tipo 10:30 de la mañana, salimos junto a los bomberos para la morgue, al llegar a la misma, otra sorpresa, no estaban los médicos para realizar la autopsia, lo cual ya otro manoseo mas no nos hacía nada. Tuve que llamar a la Fiscalía donde no se con quien hable para pedirles que por favor avisara a los médicos que vayan para acelerar y poder retirarlo para realizar el correspondiente velatorio.

Después de 40 minutos aparece un médico y a la hora otros dos para todo esto ya eran las 12 del mediodía, ya estaba la Cochería esperando, a las 13 horas después de ir y venir nos entrega el acta de defunción. Otra desagradable sorpresa nos llevamos cuando llegamos a la Cochería donde iban a acomodar el cuerpo para ser velado.

Sus familiares y amigos querían despedirse de él verlo, tocarlo, darle el último adiós pero lamentablemente no pudo ser porque al llegar yo a la Cochería el personal que estaba me dice hermano veni mira esto yo no sé cómo voy a acomodarlo y la verdad de que no se lo deseo a nadie era una bolsa de carne lo que nos devolvieron. En ese momento entra mi hermano, el papá, y trato de frenarlo para que no lo vea pero no lo pude contener.

Imagínese señora fiscal la situación del padre levantarlo del accidente, convivir 13 días de agonía, sentirse manoseado en un momento tan duro, esperar 18 horas a que se decidan y se tomen su tiempo que por lógica vale oro, para entregarle el cuerpo y encontrase con semejante macabra imagen de su hijo y tener que decidir velarlo a cajón cerrado.

La verdad señora fiscal que estoy re caliente con su accionar, le pido por la memoria de mi sobrino que si le queda grande el cargo dé lugar a personas con capacidad.

No me interesan las disculpas y condolencias que nos hizo llegar, no la conozco y tampoco tengo el agrado de conocerla. Solo espero que todo esto vivido con mi sobrino sirva de ejemplo y no se crean que por tener el titulo dejan de ser personas. Soy creyente y Dios tarde o temprano golpea así como nos tocó vivir este calvario con mi familia”, concluyó Marcelo Van Dembrouch.
Fuente: Reporte Cuatro